Nueve bombas explotan en Soweto, matando a una persona

El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, ha instado al país a «permanecer en calma» después de que nueve bombas, presumiblemente colocadas por grupos de la extrema derecha blanca, explotaran ayer en la ciudad de Soweto, la mayor metrópoli de la mayoría negra del país. Una persona murió y otra resultó gravemente herida a consecuencia de los atentados, que causaron cuantiosos daños materiales en los tendidos ferroviarios periféricos de la localidad. «Es importante que los sudafricanos no respondan a la provocación», dijo Mbeki, tras afirmar que los atentados tenían como objeto provocar reacciones de violencia para desestabilizar el país. La ministro sudafricana de Inteligencia, Lindiwe Sisulu, dijo, por su parte, que la intención desestabilizadora de los autores es evidente, ya que el blanco de sus ataques fueron instalaciones civiles como líneas del ferrocarril, paradas de buses y una mezquita. Aunque nadie ha reivindicado la responsabilidad por los ataques y la Policía tampoco tiene certeza de quienes fueron sus autores, los mismos se enmarcan en informaciones de los servicios de inteligencia sobre las actividades de grupos extremistas de derecha a los que el Gobierno acusa de querer «destruir el Estado». Los atentados comenzaron a la medianoche cuando tres artefactos explosivos detonaron en un puente sobre una estación de trenes de Soweto. Otras dos bombas explotaron luego a unos 400 metros de distancia, donde destruyeron una parte de la línea férrea. Media hora más tarde, otra explosión, en el otro extremo de la ciudad, causó extensos daños en una mezquita, mientras que dos bombas detonaron una hora después en los alrededores de una segunda parada del tren que une a Soweto con Johannesburgo.