Un numeroso grupo de haitianos desembarca en Florida

Más de 200 haitianos desembarcaron ayer a nado a pocos metros de la costa de Florida, en un intento de llegar a los EE.UU. Habían viajado durante 15 días en una embarcación de 15 metros de eslora. Poco después muchos de ellos fueron detenidos, aunque otros consiguieron perderse por los campos y autopistas cercanas al lugar de desembarco. Tampoco se descarta que algunos hayan muerto ahogados tras arrojarse del barco. Poco después del incidente, congresistas y activistas de derechos humanos pidieron al gobernador de Florida, Jeb Bush, que interceda ante el presidente de EEUU para evitar la deportación de los haitianos detenidos. La congresista demócrata Carrie Meek abordó al gobernador en un acto de campaña electoral con la comunidad afroamericana y le pidió que hablara con su hermano, el presidente George W. Bush, para que libere a los haitianos que llegaron el martes último en una embarcación a Miami y se les otorgue un trato inmigratorio «justo». «Pídale a su hermano que cambie las leyes sobre los refugiados haitianos. Por favor, dígale que los libere. Usted puede hacerlo, llámelo», dijo Meek a Bush, quien busca la reelección como gobernador el próximo 5 de noviembre. Una ley exige que los haitianos permanezcan detenidos mientras se tramita su asilo, a diferencia de las personas de otras nacionalidades, que permanecen en libertad hasta que se acepta o deniega su solicitud y abogados consideran que este marco legal es racista. Joe Celestin, alcalde del distrito de North Miami, de origen haitiano, señaló que lo más probable es que sus más de 200 compatriotas sean deportados y los tres cubanos que llegaron en el barco consigan asilo en EEUU.