Las urnas castigan a la CDU ‘post Merkel’ e impulsan a los Verdes
El partido de la canciller sufre un fuerte retroceso en las elecciones regionales de los lander
El ‘superaño’ electoral alemán arrancó con victorias a escala regional para verdes y socialdemócratas, mientras que los conservadores recibieron un mazazo que se veía venir, a seis meses de las elecciones generales que marcarán el adiós al poder de la canciller Angela Merkel.
Los verdes se ratificaron como primera fuerza en el próspero land de Baden-Württemberg, con un 30,9 % de los votos, el Partido Socialdemócrata (SPD) lo hizo en Renania Palatinado (oeste) con un 34,2 %, según las estimaciones de la televisión pública ZDF a las 18.00 GMT, una hora después del cierre de los colegios. La Unión Cristianodemócrata (CDU), por contra, se hundió con 23 % en el sur y 26 % en el oeste. Son mínimos históricos en ambos lander para esa formación, sin un liderazgo consolidado para su «era post Merkel» y debilitada por el goteo de casos de corrupción revelados en el grupo parlamentario conservador.
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) sufrió también una caída de votos, aunque moderada, tanto en Baden-Württemberg como en Renania Palatinado, con un 12,5 y un 10,5 %.
El batacazo conservador era previsible por razones regionales y nacionales. Los respectivos jefes de gobierno, el verde Winfried Kretschmann y la socialdemócrata Malu Dreyer, están muy bien valorados por sus conciudadanos, como exponentes de políticos cercanos, serios y eficientes. El primero ha gobernado esta legislatura con la CDU como socio menor, mientras que la líder de Renania lo hizo con verdes y liberales. La situación es, en cambio, extremadamente delicada para la CDU. El partido de la canciller y su hermanada Unión Socialcristiana (CSU) deben consensuar aún su candidatura para las generales. Hay un pulso interno entre el líder de la CDU, el centrista Armin Laschet, en el puesto desde enero, y el derechista Markus Söder, de la CSU.
Ambas formaciones están sacudidas por el escándalo de las comisiones que cobraron tres diputados por la compra de mascarillas anti covid o negocios con Azerbayán. Dos de ellos eran de la CDU, y el tercero, de la CSU. Los tres han dejado ya el grupo conservador.
A Söder se le atribuía cierta ventaja en el pulso por la candidatura común por su mayor popularidad. Ahora están tanto él como Laschet presionados por la mácula de la corrupción.
Es ésta una cuestión más que tóxica en un año electoral donde el tema dominante es obviamente la gestión de la pandemia. La ciudadanía está entre agotada tras cuatro meses de cierre casi total de la vida pública y decepcionada por la lentitud o desorganización de la campaña de vacunación.
La victoria de Kretschmann, de 72 años y miembro fundacional de los Verdes, da ímpetu a la formación ecologista, que tiene casi asegurado un puesto en la futura coalición alemana, sea quien sea quien la lidere.
Otra gran coalición entre conservadores y socialdemócratas se da por descartada. Una alianza entre la CDU/CSU con los Verdes es la fórmula con más probabilidades de prosperar en las generales; pero incluso un hipotético frente de centro-izquierda implicaría necesariamente a los ecologistas, lo mismo que un tripartito con los liberales.