Diario de León

El fujimorismo cruza los dedos para reconquistar hoy Perú

El temor a propuestas radicales del candidato de izquierdas promociona a Keiko Fujimori

Keiko Fujimori cierra en Lima su campaña electoral.  JOHN REYES

Keiko Fujimori cierra en Lima su campaña electoral. JOHN REYES

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Perú se dispone a dar un salto de fe, de esos que nos ponen ante un abismo al que confiamos en no caer a pesar de las leyes de la física. Porque la fe consiste en eso, en tener confianza en lo aparentemente imposible. Lo imposible era que Keiko Fujimori pudiera presidir el país que mantiene a su padre, Alberto —mandatario entre 1990 y 2000—, preso por delitos contra los derechos humanos. Contra toda lógica, y contra la historia también, los votos pueden poner hoy a Keiko al frente del país con tal de que no gane su rival en la segunda vuelta de las elecciones, el maestro rural Pedro Castillo, conservador y religioso pero portavoz de cambios radicales, que no ha dudado en aceptar el apoyo del partido marxista leninista Perú Libre.

Para calibrar el tamaño del favor que los peruanos están dispuestos a hacer a los Fujimori hay que recordar que Keiko ha sido acusada de pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, por los que se encuentra pendiente de juicio y piden para ella 30 años de prisión.

Ya pasó más de un año en la cárcel para que no interfiriera en las investigaciones que se seguían contra ella. Una victoria electoral le daría la inmunidad necesaria para retrasar el proceso y hasta lograr que se olviden sus culpas.

La favorita en esta lid fue además, desde 2016, jefa de la oposición en el Congreso peruano, tras perder aquellas elecciones frente a Pedro Pablo Kuczynski. Durante ese tiempo su objetivo como número uno de Fuerza Popular fue obstruir la labor del nuevo presidente de Perú. La falta de entendimiento continuó con Martín Vizcarra, el vicepresidente primero, que sucedió en 2018 a Kuczynski cuando éste dimitió, y desembocó en la disolución del Congreso y la convocatoria de unos nuevos comicios en 2020.

Fujimori, de 45 años, es una veterana en la política del país. Está formada en administración de empresas en Estados Unidos y representa a la derecha económica y social peruana. Casada con el estadounidense Mark Vito, sobre el que pesa también una investigación por delitos de corrupción, es madre de dos niñas de 11 y 13 años. Su paso por prisión acentuó su religiosidad, cercana a las tesis evangélicas y hostil a las políticas de género y la ampliación de derechos para las minorías sexuales. También ha defendido levantar las cuarentenas por la pandemia para recuperar la actividad productiva.

Hoy llega la hora de la verdad para Perú, y para Keiko, que si pierde en esta segunda vuelta, como lo hizo en 2011 y en 2016, se deberá enfrentar a un futuro en el que los barrotes de una prisión podrían poner fin a su aventura política.

tracking