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La ultraderecha francesa de Le Pen ve frustrada su esperanza en las regionales

Los Republicanos vencen en unos comicios marcados por la abstención y la debilidad de Macron

Macron y su esposa Brigitte en una cabina electoral para votar ayer en París. CHRISTIAN HARTMANN

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León

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En unos comicios marcados por una abstención récord, Los Republicanos, el partido de la derecha tradicional francesa, se situó ayer a la cabeza en la primera vuelta de las regionales y departamentales. El ultraderechista Reagrupación Nacional, de Marine Le Pen, pinchó, mientras que los socialistas resistieron y la formación del presidente, Emmanuel Macron, encajó una clara derrota y dio claras muestras de debilidad. La segunda ronda tendrá lugar el próximo domingo.

En Francia, las terrazas estaban este domingo llenas, pero los colegios electorales vacíos. Los políticos no lograron movilizar a la ciudadanía.

La abstención podría alcanzar el 66% de los votos, según las estimaciones de Ipsos/Sopra Steria para France Télévisions, superando así el récord de la primera vuelta de 2015 (53,67%). El ministro de Interior, Gérald Darmanin, consideró el bajo nivel de participación «particularmente preocupante». «Nuestro trabajo colectivo debe ser movilizar a los franceses para la segunda», dijo.

El partido conservador Los Republicanos dio la sorpresa al lograr ser el más votado, con el 27,2% de los sufragios emitidos a nivel nacional, según las estimaciones al cierre de los colegios electorales. La formación, que gobernaba desde 2015 en siete regiones, se sitúa a la cabeza en Auvernia-Ródano-Alpes, Altos de Francia, Gran Este, Normandía, Países del Loira y en la región parisina.

Camino hacia el Elíseo Los tres candidatos regionales de la derecha con ambiciones presidenciales -Xavier Bertrand, en Altos de Francia; Valérie Pécresse, en la región parisina; y Laurent Wauquiez en Auvernia-Ródano-Alpes- fueron los más votados en sus respectivas regiones. Confían en ser reelegidos dentro de una semana y utilizar esa victoria como un trampolín para lograr la candidatura conservadora para las presidenciales de 2022 y aspirar a conquistar el Elíseo.

Bertrand, a la cabeza en Altos de Francia con el 43,1% de los votos, se felicitó por haber «roto la mandíbula» a la extrema derecha. Sébastian Chenu, de Reagrupación Nacional, fue el segundo más votado en esa región con el 24,4% de las papeletas.

El partido de Le Pen obtuvo un resultado peor de lo previsto, al conseguir sólo el 19,3% de los votos a nivel nacional. Hace seis años, el Frente Nacional (como se llamaba entonces Reagrupación Nacional) obtuvo el 27,73% en la primera vuelta. Se esperaba que la ultraderecha se situara en cabeza en seis de las trece regiones llamadas a las urnas, pero, según las estimaciones, solo lograría situarse por delante en Provenza-Alpes-Costa Azul (PACA), la región al sureste de Francia que incluye ciudades como Niza y Marsella. Su candidato allí, Thierry Marinari, obtuvo el 34,8% de los votos, seguido de cerca del conservador Renaud Muselier, con el 33,7% Está por ver si Marinari logra finalmente romper el techo de cristal y conseguir que la extrema derecha gobierne por primera vez una región francesa. Un triunfo allí podría dar alas a Le Pen para las presidenciales, pero una derrota le pondría palos en las ruedas en su camino al Elíseo.

En 2015 el Frente Nacional consiguió ponerse en cabeza en seis regiones en la primera vuelta, pero no logró ganar en ninguna de ellas, ya que el resto de partido constituyó un cordón sanitario e impidió que la extrema derecha gobernara.

Los socialistas resisten El Partido Socialista, que obtendría un 17,6% de los votos según las prospecciones a pie de urna, resistiría a pesar de la fuerte crisis por la que atraviesa a nivel nacional.