La violencia por el encarcelamiento de Zuma suma 45 muertos en Sudáfrica
La oleada de disturbios y saqueos masivos que sufre Sudáfrica desde la semana pasada, con niveles de vandalismo inéditos en la historia democrática de la nación austral, acumula ya 45 muertos y 757 detenidos, mientras la Policía y el Ejército unen fuerzas para intentar estabilizar las zonas afectadas.
Los graves incidentes se concentraron en dos regiones: la oriental provincia de KwaZulu-Natal y el corazón político y económico de la nación más desarrollada de África, la provincia de Gauteng (donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria).
En esas zonas, durante los últimos días turbas de personas arrasaron completamente centros comerciales y tiendas, quemaron vehículos e inmuebles y cortaron calles y carreteras.
Lo que comenzó como protestas por el encarcelamiento del polémico expresidente Jacob Zuma (2009-2018) por desacato judicial, degeneró en una oleada de saqueos y vandalismo indiscriminado de una magnitud que el presidente del país, Cyril Ramaphosa, comparó con la convulsa transición que Sudáfrica vivió a principios de los años noventa, tras el final del sistema segregacionista del «apartheid».
Hasta la fecha, el balance de víctimas mortales en Sudáfrica asciende a 45, con 19 muertos en Gauteng y 26 en KwaZulu-Natal, y buena parte de ellos se deben a estampidas ocurridas durante los saqueos.
La situación, sin embargo, continúa fuera de control en muchos puntos por la caótica afluencia de gente, incluso a pesar del despliegue de 2.500 soldados para apoyar a la Policía, que se había visto completamente sobrepasada por los altercados.
Por la mañana, en una rueda de prensa, el ministro de Seguridad sudafricano, Bheki Cele, confirmó el arresto de 757 personas en todo el país, pero la cifra final tras esta jornada se espera que sea mucho mayor.