Londres aplaza los controles aduaneros en un país bloqueado por el ‘brexit’

El Gobierno británico ha aplazado la introducción de trámites y controles completos para importaciones desde países de la Unión Europea. Su ministro para Europa, Lord Frost, ha descrito esta decisión como la adopción de «un calendario pragmático», que permita a las empresas importadoras una recuperación más sosegada de las consecuencias económicas de la pandemia.

Las declaraciones aduaneras diferidas, que permitían a los importadores aplazar los trámites de documentación y tasas de las mercancías, expiran el próximo 1 de enero y, a partir de ese día, se exigirán notificaciones, declaraciones y controles habituales en un país no comunitario. Pero los certificados sanitarios y fitosanitarios, que afectan especialmente al sector de alimentación, se exigirán a partir del 1 de julio de 2022.

El Gobierno británico renunció a los controles fronterizos tras el ‘brexit’, para evitar más complicaciones para las empresas, pero el impacto de la nueva burocracia ha sido un factor significativo en la reducción del comercio con países del mercado común. Por primera vez en 70 años, Reino Unido no está entre los diez primeros socios comerciales de Alemania.

Datos del Instituto de Comercio Exterior (Icex) indican que las exportaciones e importaciones en junio reflejaban un aumento interanual menor con Reino Unido que con los grandes mercados comunitarios de las empresas españolas, en un contexto de recuperación económica. En el inicio de este año, las reducciones fueron drásticas. El británico es ahora el sexto mercado europeo para España, por detrás de Bélgica.

Si la fecha del 1 de octubre ya no es un agobio para las empresas que comercian entre España y Reino Unido, no hay cambio en los requisitos para los viajeros. A partir de ese día, los ciudadanos comunitarios que lleguen a las fronteras británicas tendrán que mostrar su pasaporte, porque ya no se reconocerá el DNI salvo en el caso de los asentados en Reino Unido.