Berlusconi asegura que en un plazo de dos años se podrán entregar las nuevas casa en San Giuliano
El Gobierno dará 50 millones de euros a los afectados por el seísmo
El Gobierno italiano aprobó ayer 50 millones de euros para afrontar las primeras emergencias del terremoto del jueves pasado, que sacudió la región
El presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, informó de que en lugar que ocupaba la escuela de San Giuliano, que se desplomó causando la muerte a los 26 niños, será levantado un monumento. Este pueblo ha sido el más afectado por el temblor de tierra. El 95 por ciento de sus casas están dañadas, hasta el punto de que ha sido evacuado y sus 1.200 habitantes alojados, de momento, en tiendas de campaña. Según el primer ministro, la reconstrucción de las casas dañadas alargarían considerablemente la reconstrucción, por lo que considera que la mejor solución puede ser la construcción en un tiempo récord una nueva población. El primer ministro está convencido de que si se comienza ya, en dos años se podrían entregar a los habitantes de San Giuliano las nuevas casas «construidas con sistemas vanguardistas, en un ambiente verdes». Así como un centro comercial, una plaza, un gran campo de juegos y una gran escuela que imparta desde la educación infantil hasta la media. El primer ministro puso como ejemplo negativo el terremoto que sacudió en 1997 las regiones centrales de Umbria y Las Marcas, que dejó a miles de personas sin casas y que todavía hoy muchas de ellas siguen alojadas en viviendas prefabricadas, porque aún no han reconstruido las viviendas. La presidenta de la región de Umbria, María Rita Lorenzetti, calificó ayer de «inmoral» a Berlusconi a quien pidió que no instrumentalice la tragedia. Alegó que la región fue sacudida durante meses y que los seísmos afectaron a poblaciones desperdigadas, mientras que sus habitantes decidieron no abandonar los pueblos «optando por una profunda reconstrucción de calidad, para mantener su historia y cultura». El jefe del Estado, Carlo Azeglio Ciampi, que hoy asistió en San Giuliano a los funerales de los 26 niños y tres adultos fallecidos, se mostró a favor de que los habitantes del pueblo se queden. El presidente declaró que hay que ayudar a los damnificados, porque allí tienen su vida y ahora más que nunca a sus seres queridos.