Con un 35% escrutado, sólo el Partido Republicano del Pueblo estará en la próxima Cámara
Los islámicos moderados vencen por mayoría absoluta en Turquía
El integrista islámico moderado Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) logró la mayoría absoluta en las elecciones legislativas de ayer en Turquía y p
De ratificar las autoridades electorales ese recuento, el PJD se convertirá en la primera formación integrista islámica que acapara el poder legislativo y ejecutivo desde la creación en 1923 por Kemal Atatuk de la moderna Turquía. Partidos cercanos a esa corriente político religiosa han formado parte desde entonces de coaliciones de gobierno, pero siempre hasta ahora en compañía de grupos de carácter laico, que dominaron la vida pública del Estado turco en los últimos ochenta años. Según el escrutinio provisional, solamente el social demócrata Partido Republicano del Pueblo (PRP), con un 18,8% de los sufragios, tiene garantizada también su presencia en la próxima Cámara, donde únicamente estarán representadas las formaciones que hayan superado el diez por ciento de las papeletas. El populista Partido del Movimiento Nacionalista (PMN) y el conservador Partido de la Verdad (PV) se habrían quedado a poca distancia de alcanzar ese mínimo, al conseguir el 8.9 y el 8.6 por ciento de las papeletas, respectivamente. Nada más conocer estos resultados, el carismático líder del PJD, Recep Tayyip Erdogan, viajó de Estambul a Ankara para reunirse con la plana mayor de su partido, mientras sus portavoces proclamaban la victoria. Inhabilitado por la justicia para presentarse como candidato en los comicios, Erdogan se enfrenta a la dura tarea de tranquilizar al estamento militar turco y a los sectores institucionales mas reacios al triunfo de su partido, amenazado con la ilegalización. De vocación laica, la clase política que ha controlado tradicionalmente el poder en Turquía se ha mostrado recelosa de que un partido integrista islámico se haga con todos los resortes del gobierno y ha impulsado un procedimiento judicial para poner al PJD fuera de la ley. En sus primeras declaraciones públicas tras el triunfo, Erdogan pareció dirigirse a esos sectores al asegurar que «respetaremos las formas de pensar de todos los turcos», antes de augurar bajo el mandato de su partido «un mejor futuro para el país». El líder del PJD también deberá calmar la inquietud que la victoria de su formación pueda suscitar en los socios y aliados exteriores de Turquía, para los que el nuevo periodo que se inicia en este país parece sembrado de incertidumbre. Turquía es el único país de población musulmana que forma parte de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y asimismo se convertiría en el primer estado de población islámica que se integra en la Unión Europea (UE), en caso de prosperar su aspiración de convertirse algún día en miembro de los Quince. El triunfo del PJD en las elecciones turcas supone en todo caso un claro fracaso de las formaciones laicas que le han precedido en el poder, cuyas constantes disputas internas e incapacidad de superar la grave crisis económica que padece el país han inducido finalmente a los turcos a retirarles su confianza.