Sadam la califica de «diabólica» y advierte que desatará la guerra
Irak advirtió que la resolución para su desarme aprobada ayer por la ONU conducirá a «una nueva guerra». «La resolución llevará a una agresión militar con la cobertura internacional que no tendrá ningún sentido, ya que Irak está libre de armas de destrucción masiva», dijo a los periodistas el ministro iraquí de Comercio, Mohamed Mahdi Saleh. La declaración se produjo después de que el presidente iraquí, Sadam Husein, calificara anoche de «diabólica» la resolución, en manifestaciones recogidas por la televisión de Bagdad. Ambas declaraciones vienen a confirmar la postura expresada con anterioridad por el régimen de Bagdad de rechazar de plano la adopción por el Consejo de Seguridad de la ONU de una nueva resolución para su desarme. Irak había insistido en las últimas semanas en que no consideraba necesaria esa medida después de que el pasado 16 de septiembre aceptara el regreso de los inspectores de desarme de la ONU de acuerdo con anteriores resoluciones aprobadas por el Consejo de Seguridad. Horas después de la adopción de la nueva resolución, el Gobierno de Bagdad no se había pronunciado, sin embargo, sobre si consiente en la vuelta de los expertos bajo el mandato recién aprobado. Irak siempre ha mantenido que no elabora ni almacena armas de destrucción masiva, principalmente químicas y bacteriológicas, y acusa a EEUU de utilizar esas alegaciones en su contra para justificar un ataque militar a fin de derrocar a Sadam Husein. Según Irak, el principal interés de Washington es controlar el petróleo de Irak, ya que este país es uno de los principales productores mundiales de crudo, y favorecer a Israel con el desarme de la única nación árabe cuyo poderío militar puede compararse al de Israel.