Bush canta victoria y exige a Irak un desarme sin dilaciones

Bush exigió al régimen iraquí una colaboración inmediata con los inspectores de la ONU. «Su cooperación debe ser rápida e incondicional, o afrontará las consecuencias más graves», sentenció. «Los trucos que se han tolerado en otros tiempos no serán permitidos», afirmó el gobernante, quien dijo que todo depende de la actitud de Irak para aprovechar lo que Washington considera como «última oportunidad». Bush avisó también de que, si se produce un retraso en el cumplimiento de la resolución de la ONU por parte de Irak, se tratará de «una señal clara» de que no tiene intención de cumplirla. Por ello, volvió a lanzar su habitual advertencia de que, si Irak no desmantela sus supuestos arsenales de armas de destrucción masiva, una coalición dirigida por Estados Unidos lo hará. En cambio, Bush no se refirió a las concesiones que sus diplomáticos han tenido que realizar en las laboriosas negociaciones de Naciones Unidas para lograr la aprobación de la resolución. La votación del Consejo de Seguridad y las palabras de Bush coincidieron con el progresivo desplazamiento de tropas y material militar de EEUU a la región del golfo Pérsico. La resolución establece varios pasos y fechas que Irak debe cumplir. Se señala el 21 de febrero próximo como fecha límite para que los inspectores de armas de la ONU presenten su informe sobre el desarme iraquí. A continuación, sería el Consejo el que estudiaría el informe para determinar si ha habido incumplimiento iraquí o si deben tomarse otras medidas para lograrlo. En caso de incumplimiento, EE.UU. podría comenzar una campaña militar en marzo, cuando concluya el traslado de fuerzas. El Pentágono está determinado a no atacar a Irak durante el sofocante calor del verano septentrional, por lo que marzo sigue siendo una fecha aceptable.