Rusia y la UE alcanzan un acuerdo sobre terrorismo y Kaliningrado
El enclave ruso de Kaliningrado no pertenecerá a la Unión Europea (UE), pero casi. La UE y Rusia alcanzaron ayer un acuerdo para facilitar el tránsito de personas que viven en esta región del Báltico, que a partir del 2004, con el ingreso de Polonia y Lituania en la Unión Europea, quedará rodeada completamente de territorio comunitario. Ni corredor, ni aislamiento, ni soluciones tan complejas como la del puente aéreo, que también llegó a barajarse. Los habitantes de Kaliningrado, una región con cerca de un millón de personas que formó parte de la antigua Prusia, podrán cruzar el territorio de la Comunidad con un visado especial para que puedan ir o venir a la Rusia continental. Aunque Moscú pretendía inicialmente que sus nacionales pudiesen transitar por Polonia y Lituania, los dos Estados fronterizos, Bruselas redujo estas aspiraciones temiendo que Kaliningrado acabase convirtiéndose en un foco de tráfico de drogas y de inmigración clandestina hacia la Unión. El pacto sellado ayer en la cumbre bilateral UE-Rusia celebraba en Bruselas detalla que en julio de 2003 se establecerá un documento especial, de rápida expedición, que facilitará el paso de los ciudadanos de Kaliningrado hacia el resto del territorio ruso, pero sólo a través de Lituania. Además, en el 2004 se realizará un estudio de viabilidad para la creación de un «corredor ferroviario» para conectar ambas porciones de territorio ruso con trenes de alta velocidad que no harán paradas ni se necesitará visado para viajar en ellos. Pero el contencioso de Kaliningrado tan sólo fue uno de los asuntos abordados ayer por el presidente ruso, Vladimir Putin, y sus colegas europeos. Sobre la mesa estaban cuestiones como la lucha contra el terrorismo. Lucha contra el terrorismo En este sentido ambas partes, tanto Rusia como la UE, decidieron lanzar un «plan de acción» que les permitirá intercambiar información para acabar con las financiación de los grupos terroristasallí donde se encuentren. Menos sintonía hubo en torno a Chechenia, pese al anuncio hecho por Putin hace dos días para celebrar un referéndum en el 2003 a fin de dotar de un nuevo estatuto a la república caucásica. La presidencia danesa de la UE trató, sin éxito, de forzar la firma de una declaración conjunta que garantizar el respecto de los derechos humanos en Chechenia y de comprometer a Rusica con la búsqueda de una solución «política» para la región.