Argentina decide no pagar la deuda que mantiene con el Banco Mundial

El Gobierno de Argentina decidió ayer incumplir con el pago de un vencimiento de 805 millones de dólares que se adeudaban al Banco Mundial, a la espera de alcanzar un acuerdo con el FMI que se viene demorando desde hace once meses. La resolución, adoptada por el presidente Eduardo Duhalde, marcó el inicio de un proceso que, de mantenerse en el tiempo, puede derivar en la declaración formal de suspensión de pagos con los organismos internacionales de crédito. Si Argentina se mantiene como país moroso, el Banco Mundial se abstendrá primero de desembolsar nuevos préstamos, luego suspenderá la entrega de ayuda financiera ya aprobada, más tarde dejará de bonificar las tasas de interés de la deuda, y en unos meses colocaría al país en la lista negra de los morosos. La deuda pública argentina es de 147.000 millones de dólares. En medio de una profunda crisis económica, social y política, el gobierno había declarado en diciembre la suspensión de pagos a los acreedores privados a los que se les adeudan 56.000 millones. Pero a lo largo de este año, mientras se gestionaba un acuerdo con el FMI para aplazar la cancelación de vencimientos por dos años, el gobierno pagó a los organismos multilaterales 4.000 millones de dólares con reservas monetarias. Pero el acuerdo con el FMI no llegó, las reservas comenzaron a menguar -de 14.000 millones de dólares que había en diciembre quedan 9.700 millones- y el Gobierno advirtió entonces que esta vez no cumpliría con el nuevo vencimiento utilizando reservas, si antes no se alcanzaba antes un acuerdo con el FMI para prorrogar los compromisos. Las negociaciones se aceleraron y el acuerdo parecía inminente.