El Gobierno argentino interviene en la zona donde la desnutrición es aguda

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, emplazó a los dirigentes de países latinoamericanos a que la negociación de los problemas del proteccionismo comercial y los subsidios agrícolas se lleven a cabo en el marco de la Organización Mundial del Comercio y la conferencia de Doha. Ante las críticas de destacados mandatarios iberoamericanos como el brasileño, Fernando Enrique Cardoso, y el argentino, Eduardo Duhalde, a la política proteccionista de la UE y EEUU, Aznar aseguró que la posición de España está «abierta para mejorar la situación» pero reclamó la responsabilidad de los propios afectados porque «todos debemos hacer los deberes, fortalecer las instituciones, dar credibilidad a nuestras economías y lograr el mayor crecimiento y desarrollo». Aznar admitió las diferencias de criterios pero descartó que este problema pueda suponer una brecha en las relaciones iberoamericanas España asumió en Bávaro la iniciativa de impulsar una declaración especial de la Cumbre sobre la situación en Argentina y Brasil. Aznar expresó su deseo de un entendimiento rápido entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional, organismo al que el presidente del Ejecutivo español reclamó el mayor esfuerzo posible porque «me consta que el Gobierno argentino está trabajando en la base política y en la económica para cumplir los compromisos» y manifestó «una profunda confianza en relación con el futuro» porque ya se están dando signos de recuperación. Expresó su apoyo al proceso abierto en Brasil y lanzó un mensaje de confianza para que Lula da Silva, el presidente electo que tomará posesión el próximo 1 de enero, «sea consecuente con lo que espera el mundo en términos de confianza, de credibilidad y de mensaje de apertura y seguridad para los inversores». Aznar puntualizó que sólo hay una solicitud de información de la Comisión Europea sobre Ecuador, pero no una propuesta para implantar el visado y quiso restar dramatismo a este requisito al recordar el buen funcionamiento del acuerdo de inmigración con la República Dominicana que tiene implantado el visado por la UE. El presidente del Gobierno español reconoció los contactos con las autoridades ecuatorianas e insistió en que los flujos migratorios deben ser «ordenados y desde la legalidad». En Bávaro, hubo más acuerdo del que se preveía en esta problemática a pesar de los recelos en países como Ecuador y Argentina respecto a España y la UE.