Blix se muestra optimista tras conseguir la cooperación de Bagdad
El jefe de los expertos de la ONU, Hans Blix, se declaró ayer optimista tras la primera visita de los inspectores de desarme a Irak después de cuatro años de ausencia al haber conseguido la cooperación de este país en las inspecciones. Blix con
Hans Blix y el director de la Organización internacional de Energía Atómica, Mohamed Al Baradai, abandonaron ayer Bagdad después de asegurarse de que el régimen iraquí colaborará con las inspecciones. Blix se mostró por ello «optimista», en las declaraciones que hizo a la prensa en el aeropuerto de Larnaca (Chipre), ciudad en la que se instalarán las oficinas de apoyo al trabajo que realicen los inspectores de la ONU en Irak. Un equipo de 30 inspectores de la ONU reabrió sus oficinas en Bagdad el pasado lunes, tras cuatro años de permanecer cerradas, después de que Irak aceptara la resolución 1441 que exige la su completa cooperación con el equipo de inspección. Blix declaró que las inspecciones de armamento de destrucción masiva comenzarán el próximo 27 de noviembre y que se instalará un centro a tal efecto en la ciudad de Mosul. Refuerzos a 60 países Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, afirmó ayer en la Cámara de los Comunes que EE.UU. no ha pedido refuerzos militares sólo al Reino Unido en caso de un ataque a Irak, sino a un total de sesenta países. El Reino Unido -precisó Blair a los diputados- ha recibido la misma «solicitud general» que el resto de países por parte del presidente estadounidense, Bush. Tony Blair recordó que su Gobierno ya adquirió el compromiso de participar en una hipotética acción armada si estuviera justificada. «Si hubiera una violación de la resolución de la ONU y se lanzara una campaña militar en circunstancias que nosotros consideráramos justificadas, entonces formaríamos parte de cualquier coalición para asegurarnos de que se respeta la voluntad de la ONU», afirmó. Según el primer ministro, esta ha sido siempre la posición del Gobierno británico. La crisis iraquí será debatida el próximo lunes en el Parlamento, cuando el Gobierno de Tony Blair podrá valorar el grado de apoyo de los diputados de su partido ante un posible ataque a Irak. No obstane, se espera que los diputados más radicales protagonizarán una rebelión en la Cámara. Algunos hicieron una moción técnica el pasado septiembre para demostrar su oposición a la política del Gobierno de Tony Blair en relación a Irak.