Diario de León

OPINIÓN Enrique Vázquez

Las amistades peligrosas

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¿Empieza en Washington la cuenta atrás para ajustar las cuentas al reino saudí? ¿Una alianza saudo-americana de 57 años va a terminar? El 11 de septiembre provee la explicación formal: fondos saudíes (no oficiales) estarían en la financiación de Al Qaida y el régimen, dijo el portavoz presidencial Ari Fleischer, podría hacer más contra el terrorismo. Pero es un buen socio y coopera en la lucha, anti-terrorista: «no tengo ni una razón para decir que Ryad no coopera estrechamente con nosotros contra el terrorismo», dijo Colin Powell, siempre en su papel, que Edward Said describe como el del policía bueno en todos los temas. El Secretario de Estado dijo no tener noticia de que se proponga un ultimátum al gobierno saudí: si en noventa días no actúa y procede a detenciones y juicios, Washington lo hará. Estas anotaciones y la llegada del embrión de crisis a las primeras páginas son resultado, es sabido, de las revelaciones de «Newsweek» según las cuales dinero de la esposa del embajador saudí en Washington llegó, a través de varias manos y tras diversos cambios, a dos connacionales que resultaron terroristas. El terreno estaba ambientalmente preparado: quince de los diecinueve activistas del 11 de septiembre eran saudíes... Pero el 11 de septiembre no lo explica todo: la alianza saudo-ammericana anudada en los lejanos días del presidente Roosevelt (protección política y militar contra petróleo y anti-comunismo estricto) era más superflua desde que la URSS se evaporó y fueron diversificadas las fuentes de abastecimiento de crudo. Pero la convergencia de intereses aún funcionó bien en el Afganistán integrista que combatió la residual presencia soviética... La esposa del embajador es nieta del legendario fundador del reino, Abdul Aziz, quien fue guardián de los Santos Lugares del Islam e imam de los wahabbíes antes que jefe de Estado. Esto no ha cambiado con sus sucesores, ni su alineamiento con la causa palestina y su convicción de que Washington ha perdido la objetividad en la protección de Israel y los intereses sionistas. Añádase la hostilidad saudí a un ataque a Irak y el auge global del anti-americanismo en todo Oriente Medio y se tendrá el cuadro completo: sí,el once de septiembre es el catalizador, pero no lo explica ni lo justifica todo.

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