Apoyos a Polonia, que mantiene sus peticiones para adherirse a la UE

La actitud reivindicativa de Polonia, que exige compensaciones económicas y cuotas agrarias más importantes que las ofertadas por la presidencia danesa de la UE para su adhesión a la Comunidad, ha «contaminado» a varios aspirantes a la adhesión, que ayer lunes presentaron en Bruselas posiciones más radicales que las que se les presuponía, durante la última tanda de negociaciones programada antes de la cumbre europea de Copenhague, que comienza el jueves. No sólo Polonia, como sucedía hasta el fin de semana pasado, sino también la República Checa y Estonia, elevaron el tono de sus reivindicaciones, situando a la presidencia danesa, que quiere concluir las negociaciones de adhesión antes de la cumbre, para ahorrar a los líderes europeos discusiones sobre aspectos técnicos de las compensaciones, en una posición bastante difícil. Polonia considera que hay margen para presionar a la UE porque la oferta financiera que la Comisión ha puesto sobre la mesa asciende a 40.000 millones de euros para el periodo 2004-2006, cuando el marco financiero de Berlín (adoptado en junio de 1999 para el periodo 2000-2006), admite hasta 42.600 millones. La presidencia danesa está negociando con una cierta flexibilidad, que el resto de los socios comunitarios le permite, aparentemente con buenos resultados hasta el momento. Entre unas cosas y otras, ha puesto sobre la mesa casi 2.000 millones de euros más que la oferta de la Comisión, pero el grupo de reticentes no se da por satisfecho. Leche y patatas El ministro polaco de Exteriores, Wlodzimierz Cimoszewicz, declaró que las reclamaciones de Varsovia conciernen, principalmente, a las cuotas lácteas y de fécula de patata, un mayor techo para las ayudas directas a los agricultores, exenciones temporales más largas de algunos aspectos de la Política de la Competencia y a la financiación de la salvaguardia de fronteras. La República Checa, por su parte, reclamó un aumento del número de vacas nodrizas bonificadas por la PAC, (130.300 en vez de las 90.300 ofertadas) y mayores compensaciones presupuestarias, aspecto este último también planteado por Hungría. Por su parte, Turquía parece estar dispuesta a diluir la parte de presión que había introducido en la cumbre de Copenhague. Ayer se declaró dispuesta a esperar hasta junio de 2003, en la cumbre europea de Salónica, al término de la próxima presidencia griega de la UE, para que se le dé una fecha de inicio de negociaciones.