La cumbre de la UE cerrará contenciosos históricos

La superación definitiva de la partición artificial de Europa pactada en Yalta tras la II Guerra Mundial, con la incorporación de 10 nuevos socios a la Unión Europea; el final de la división de Chipre; la entrada en funciones de la defensa europea; y un horizonte temporal definido para la entrada de Turquía a la UE. Estos son los espectaculares retos de la cumbre Europea que comenzó en la noche del jueves en la capital danesa con la presencia de los líderes comunitarios, de los 10 candidatos a la adhesión, de una nutrida representación de Naciones Unidas y otra más discreta de los EEUU, y de los principales líderes turcos. Expectación La expectación, diplomática y política, es enorme. Se extiende a ambos lados del Atlántico y hasta Oriente Medio y el norte de África, en donde las perspectivas de apertura de la UE a un espacio geográfico más amplio que el tradicional (con la incorporación de Turquía al club), han despertado esperanzas, con certeza exageradas, en Marruecos, Argelia y hasta en Israel. La Unión Europea ha negociado la entrada de los 10 nuevos socios y, salvo sorpresas de última hora, lo tiene todo cerrado salvo una serie de reivindicaciones, económicas y agrarias, de Polonia. Las presiones polacas, desmesuradas según la presidencia danesa de la UE, han llevado a los Quince a advertir a Varsovia del riesgo que corre de quedarse fuera, de no acceder a la UE. Algo que constituiría toda una paradoja porque el fenomenal embrollo de la ampliación a 10 nuevos socios, a 12 en 2007 si terminan incorporándose Bulgaria y Rumania, responde a una voluntad política primaria europea de reintegrar Polonia a la Europa occidental, tras la caída del Muro. 454 millones de habitantes Pero, salvo que la obstinación provoque errores de cálculo mayores entre los negociadores de ambas partes, lo lógico es concluir que este viernes, la UE dará el visto bueno a una ampliación que traerá a la Europa común a Polonia, Hungría, la República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Lituania, Estonia, Letonia, Malta y Chipre. En total, 75 millones de personas, que vendrán a sumarse a los 379 de la Unión. Turquía Es el último candidato, Chipre, el que concita sobre sí las mayores presiones, internas de la Unión y externas, de EEUU y de Turquía. La Unión Europea necesita el visto bueno final de Ankara para poner en marcha su defensa común, en las condiciones ya apalabradas dentro de la OTAN. De modo que Turquía tiene dos llaves, la de la defensa europea y la de la entrada de un Chipre unificado y en paz en la UE, y está dispuesto a cobrarlas caras aquí, en Copenhague.