Un plan de paz controvertido y duro para los palestinos

El nuevo y tercer borrador del «mapa de rutas» para la paz en Oriente próximo, presentado por EE.UU. al Cuarteto de Madrid en Washington (formado por EE.UU, Rusia, la UE y la ONU), endurece las obligaciones para los palestinos. El documento condiciona el respaldo de EEUU y de la comunidad internacional a un estado independiente «viable» a que los palestinos cuenten antes con «un liderato que desee y pueda establecer una democracia basada en la tolerancia y la libertad». Esto significa que ANP, que preside Yaser Arafat, debe someterse a reformas que conduzcan a ese fin. El líder palestino anunció hace tiempo su disposición a efectuarlas, pero alega que no puede hacerlo porque Israel ocupa desde hace seis meses las ciudades autónomas en Cisjordania. El Estado palestino «provisional», que prevé el llamado «mapa de rutas» para este próximo año no gozará de soberanía plena sino de «ciertos atributos de soberanía». Según este plan, las fronteras definitivas del Estado palestino tendrán que ser negociadas por las dos partes hasta el año 2005. Otra novedad en este tercer borrador consiste en que omite una exigencia anterior que se había hecho a Israel: el cese de sus operaciones militares en las ciudades palestinas, en aparente referencia a los «asesinatos selectivos» de «terroristas» de la resistencia palestina. Este último punto es objeto de polémica entre EEUU y Rusia (aparentemente por la lucha contra los «terroristas» de Chechenia), mientras que Europa y la ONU sostienen que esas ejecuciones deben ser precedidas por un juicio legal. Otras asperezas existen en torno a la ampliación de los asentamientos judíos en Cisjordania y Gaza. Europa, Rusia y la ONU exigen el cese inmediato de la construcción de esos.o el cese de la resistencia palestina.