Nueve palestinos muertos en una jornada de redadas israelíes
Los palestinos vivieron ayer una jornada negra tras la muerte de al menos nueve personas en una ofensiva israelí por Cisjordania en la que también han resultado heridos más de treinta de civiles y milicianos. El recrudecimiento de las operaciones militares israelíes, que sigue a una jornada navideña de relativa calma, se produjo de forma simultánea en tres lugares distintos de Cisjordania -Tulkarem, Kalkilia y Ramala-, pero también hubo enfrentamientos armados en muchos otros lugares de los territorios ocupados. Entre las víctimas se cuenta un adolescente de 16 años y un guarda de tráfico de 19. El elevado número de bajas revela que Israel reprime sin clemencia, tanto cuando hay atentados como cuando no los hay. Mientras, la comunidad internacional se encoge de hombros y no hace nada para atajar la sangría. En Belén, el Ejército volvió a ocupar el centro de la ciudad 48 horas después de haber abandonado la plaza del Pesebre para que los cristianos celebraran las Navidades más tristes que se recuerdan. Los soldados lanzaron gases lacrimógenos contra los palestinos que estaban comprando en las tiendas del centro y les obligaron a encerrarse en sus casas. Las tropas vuelven a ocupar toda la ciudad. En el centro de Ramala, una unidad encubierta del Ejército, o sea soldados disfrazados de palestinos, detuvieron un vehículo en el que viajaban dos militantes de Hamás. Según el Ejército, uno de ellos intentó sacar un arma y los soldados lo acribillaron. Grupos de civiles que observaban la operación se pusieron a lanzar piedras contra los soldados, y éstos abrieron fuego contra ellos matando a un guarda de tráfico de 19 años. En Tulkarm, también en Cisjordania, los soldados mataron a Yamal Nadir, un activista de las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa de 28 años en la puerta de su casa. Según los palestinos, Nadir fue detenido mientras estaba desarmado y ejecutado posteriormente. Otro incidente ocurrió en la localidad de Kabatiya, en Cisjordania. Los soldados rodearon el domicilio de Hamza Abu Rub, un militante de Yihad Islámico y lo abatieron entre disparos.