Los integristas islámicos detenidos querían atentar contra la embajada rusa en París como venganza

Los integristas islámicos detenidos en Francia en las últimas dos semanas querían atentar contra intereses rusos, en particular la embajada de Rusia en París, para vengar al comando chechén muerto por las fuerzas de seguridad en el teatro Dubrovka de Moscú, según informó ayer el Ministerio francés del Interior. Los cabecillas del grupo se habían relacionado con «altos responsables operativos» de la red Al Qaida «especializados en productos tóxicos», precisó el Ministerio en un comunicado. «En esta fase de la investigación, se puede estimar que el grupo operativo en Francia ha sido desmantelado y que el proyecto que preparaba ha resultado frustrado», aseguró. Las investigaciones continúan en Francia «y en concertación con varios servicios extranjeros» de información. Nueve sospechosos fueron arrestados por el contraespionaje (DST) francés en las afueras de París en las últimas dos semanas. El día 16 fueron detenidos en La Courneuve cuatro sospechosos, incluido Merouane Benahmed, ex emir del argelino Grupo Islámico Armado (GIA), especialista en electrónica y en la fabricación de bombas, quien estuvo en Afganistán y en el norte del Cáucaso, señaló Interior. Cinco días después, otro miembro del grupo, Nourredine Merabet, fue arrestado en la frontera franco-española cuando volvía a Francia. Reconoció sus relaciones con los sospechosos, así como sus estancias en campamentos de adiestramiento ubicados en las Gargantas de Pankissi (Georgia), agregó. El pasado martes, otros cuatro sospechosos fueron arrestados en Romainville, incluido Menad Benchellali, «responsable del envío a Afganistán, en 2001, de su hermano Mourad y de Nizar Sassi», detenidos por Estados Unidos en ese país y que están en Guantánamo. Benhamed, de 29 años, Benchellali y Merabet, de 28, han estado «en campamentos terroristas» de adiestramiento y formación; los tres las Gargantas de Pankissi, donde estuvieron en contacto con combatientes chechenes y con «altos responsables operativos especializados en productos tóxicos» de la red terrorista Al Qaida, señaló Interior. La célula desmantelada en Francia había decidido «golpear blancos rusos en Francia para vengar» las muertes de Al Jattab, jefe de combatientes islámicos en Chechenia y de Al Moutana, implicado en el plan para atentar contra la catedral de Estrasburgo.