Terror en Grozni

Más de 40 personas murieron ayer en Grozni, capital de la república de Chechenia, en un doble atentado contra edificios oficiales, uno de ellos sede del que aloja del gobierno pro-ruso. Los autores eran shahid («mártires») y el hecho prueba que lo esencial de la resistencia militar chechena, su opción terrorista, es más que una opción independentista y quiere crear un régimen islámico-integrista de corte talibán. Este hecho, fundamental, reforzará al presidente Putin, quien sostiene desde hace meses que Rusia libra, antes que otra cosa, una lucha anti-terrorista que él sitúa hábilmente junto al esfuerzo norteamericano. En el fondo no es una sorpresa: se tenía por seguro que el ala terrorista de la insurgencia nacionalista aprovecharía cualquier oportunidad para manifestarse de nuevo tras el audaz y sangriento episodio del teatro moscovita en octubre. Pero la acción de ayer es un fiasco militar y un fallo de seguridad que ha permitido devastar el símbolo de la presencia oficial rusa en la capital. La doble explosión traduce, adicionalmente, la división entre los políticos y los terroristas. Se supone que, en la nebulosa nacionalista en que se desarrolló el ataque en Moscú los representantes de la resistencia «oficial» vinculados al «presidente» Masjadov, habían llegado a la conclusión de que lo razonable era renunciar al terrorismo. De hecho Aslan Masjadov se desmarcó por completo de la operación en Moscú y la atribuyó, no sin razón, a «señores de la guerra» cercanos a la tradición del bandidismo caucásico, el clan de los Barayev en aquel caso. En el de ayer se puede pensar igualmente que Masjadov, un ex oficial de artillería soviético, es tan perdedor como el Kremlin. ¿Hay una relación orgánica entre el terrorismo checheno y Al Qaida? Es cierto que muchos rebeldes eran extranjeros wahabíes, el más conocido fue Jattab, muerto en acción. Muchos combatientes en Afganistán se han reciclado en Chechenia al calor de la agitación separatista y la han dotado de una tonalidad confesional que le perjudica gravemente.