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La investigación sobre las reuniones en Downing Street salvará a Johnson

El exdirector de comunicación del primer ministro asume la responsabilidad de las fiestas

Imagen de la puerta de la residencia del primer ministro británico. NEIL HALL

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León

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Boris Johnson será juez y parte en el desenlace de la investigación sobre las reuniones supuestamente ilegales que se celebraron en Downing Street durante los confinamientos. Así se deduce de la filtración a The Times de la decisión de la funcionaria que las investiga, Sue Gray, de no señalar la comisión de posibles delitos. La información coincide con nuevas revelaciones sobre la conducta del personal en la oficina del primer ministro.

The Times afirma que Gray propondrá sanciones disciplinarias, pero no identificará delitos. La Policía Metropolitana ya ha dicho que solo investigará posibles delitos si el informe los identifica. En ausencia de esas pruebas, los términos dictados para la investigación de Gray señalan que cualquier quiebra del código de conducta ministerial debe seguir el proceso normal. Y ese proceso lo inicia el primer ministro. Que no será dañado por el nuevo escándalo.

El protagonista es James Slack, que firmó en noviembre de 2016 el artículo en el Daily Mail que calificaba en su titular a los jueces del Tribunal de Apelación como «enemigos del pueblo», cuando decidieron que el Gobierno de Theresa May tenía que consultar con el Parlamento antes de activar la negociación del ‘brexit’ con la Unión Europea. May contrató poco después a Slack, editor político del ‘Mail’, como su responsable de comunicación.

Boris Johnson lo mantuvo en su puesto. Los primeros ministros británicos, desde Tony Blair, han fichado a periodistas de la prensa tabloide, o sensacionalista, para guiar la comunicación de la jefatura del Gobierno con los medios y con el público. Cuando sus elegidos han causado problemas, los líderes han fichado sustitutos de la BBC. De Slack no se conocía ninguna fechoría, hasta ahora.

El 16 de abril de 2021 organizó una fiesta de despedida, porque abandonaba su posición para convertirse en director adjunto de The Sun. Luego invitó a unirse a los que despedían también a uno de los fotógrafos oficiales del primer ministro. El directivo de periódicos ‘brexiters’ radicales e intensamente nacionalistas no reparó en que esas fiestas estaban prohibidas. El ‘party’, que se extendió mas allá de la medianoche, se organizó en un día de luto oficial, la víspera del funeral del duque de Edimburgo.

The Sun habría ocultado a sus lectores la celebración de fiestas de su plantilla , según insiste la revista Private Eye , pero exige en su portada digital de este viernes que «Boris termine con la cultura de beber alcohol» en Downing Street. El diario en el que trabajaba Johnson, el Daily Telegraph , ha desvelado las dos fiestas. Slack ha asumido toda la responsabilidad por lo ocurrido y ha pedido disculpas, en un comunicado. Johnson estaba en esa fecha en la residencia de fin de semana de los jefes de Gobierno, en Chequers.