Vladimir Putin apuesta por bombardeos masivos sobre las ciudades ucranianas
Las tropas del Kremlin optan por el uso indiscriminado de la artillería pesada por la feroz resistencia de Ucrania
Tras haber progresado a través de la franja costera del mar de Azov, el Ejército ruso tomó este miércoles la ciudad de Jersón, cuya provincia en su parte sur llevaba ya días bajo el control de su operativo militar, según anunció por la mañana el portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konáshenkov. Sin embargo, el alcalde, Ígor Kolijáyev, afirmó que el casco sigue todavía bajo control ucraniano. De ser ciertas las informaciones de Konáshenkov, Rusia habría dado un importante paso en su empeño de ocupar ahora el litoral del mar Negro en dirección hacia Odessa y después hacia el oeste, hasta llegar al enclave separatista moldavo de Transnistria.
Asimismo, «tropas aerotransportadas de Moscú desembarcaron en Járkov», la segunda ciudad de Ucrania, como admitía Kiev en un comunicado difundido en Telegram. Sin embargo, los defensores mantenían combates mientras soldados rusos «atacaban un hospital».
Desde el martes, la urbe de Járkov estuvo sometida a bombardeos que causaron muertos entre los civiles y serios daños en edificios e infraestructuras. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó lo sucedido en la segunda mayor ciudad del país de «crímenes de guerra». Antón Geráshenko, uno de los portavoces de su Ministerio del Interior afirmó que un misil de crucero impactó contra el ayuntamiento. Otros edificios fueron también alcanzados por las bombas, entre ellos una comisaría, un centro docente adscrito a la universidad y varias viviendas. Tras la decena de muertos de hace dos días, este miércoles se contabilizaron cuatro víctimas más y una decena de heridos entre la población civil.
La situación en Kiev es más tranquila. Tras los ataques con misiles del martes, sus habitantes sufrieron nuevos bombardeos en zonas de la periferia, en un claro indicio de que el Ejército ruso trata de romper las defensas para penetrar en la ciudad. En la capital ucraniana funciona el sistema de alerta de bombardeos, lo que ha permitido a la población ponerse a salvo en el metro, en refugios subterráneos y en los sótanos de las viviendas. El martes, tras un comunicado del Ministerio de Defensa ruso instando a la población de Kiev a abandonar sus domicilios, fue atacada la torre de televisión, causando al menos cinco muertos y varios heridos.
La parte norte de la metrópoli sigue amenazada por la presencia de un imponente despliegue de tropas de Moscú llegadas en un inmenso convoy de tanques, blindados y otros vehículos militares.
«Cada vez más cerca»
El alcalde, Vitali Klichkó, advirtió que «las tropas rusas se concentran cada vez más cerca». Llamó a la población a mantener alta la moral y no fiarse de «las múltiples mentiras que difunde el enemigo. Confíen solamente en los comunicados oficiales». «Nos estamos preparando y defenderemos Kiev, que sigue en pie y así permanecerá», manifestó Klichkó.
Cerca de la torre de televisión parcialmente destruida se extiende el memorial de Babi Yar, la fosa común donde fueron enterrados los 33.000 judíos fusilados en 1941 bajo la ocupación nazi. Por eso el ataque ha indignado a la comunidad judía ucraniana, cuyo gran rabino, Moshe Asman, dijo que «no llego a creer lo que veo». Por primera vez, los disparos con misiles de crucero se cebaron también con la localidad de Yitomir, en la parte oeste del país. Las autoridades locales reportaron cuatro muertos y serios daños en las infraestructuras. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas recalcó que «ante la falta de avances, el enemigo sigue disparando misiles y bombardeando infraestructuras para intimidar a los civiles».
En la nota castrense se señala que «los ocupantes están sufriendo severas pérdidas» y apuntan la cifra de 5.840 militares rusos muertos en estos siete días de ofensiva. Moscú, sin embargo, admite solo unos 500. El Ejército ucraniano sostiene además haber destruido 211 tanques, 30 aviones, 31 helicópteros, 862 vehículos blindados, 85 lanzaderas de artillería, dos embarcaciones y tres drones. Dos cazas del Kremlin, precisamente del tipo Su-35C, fueron derribados este miércoles en Kiev, según el Estado Mayor local.