Los ministros íntimos de Putin entran en guerra
En el siglo pasado, en los años de la Guerra Fría, una figura clave de la política internacional eran los kremlinologos, unos expertos capaces de descifrar cambios en la clase dirigente soviética por detalles como el color de una corbata. La invasión de Ucrania ha traído de vuelta esa forma de analizar la política rusa ante el secretismo y la manipulación que rodea al presidente Putin. Pero un termómetro de lo que puede estar pasando en Rusia es la relación entre los dos hermanos de sangre del dirigente ruso. Dos tipos que se convirtieron en algo más que compañeros en la cúpula de Moscú por haber compartido combates de judo en el tatami o haber posado junto con el presidente en sus famosas fotografías a pecho descubierto y montando a caballo.
Los dos hombres claves son Sergey Shoigu, el ministro de Defensa, y Víctor Zolotov, el ministro de la Guardia Nacional. Ambos son antiguos camaradas de armas y otras cosas de Putin. Desde que comenzó la invasión, Shoigu ha desaparecido de la escena pública y el único que ha comparecido ha sido el segundo. Y lo ha hecho para reconocer que la ocupación de Ucrania va mucho más lenta de lo esperado. La pregunta es si esta asunción de que las cosas no van como el Gobierno ruso había previsto es una especie de golpe palaciego, en el que uno de los favoritos de Putin arremete contra otro de los privilegiados para ajustar cuentas internas o se trata de otra cosa.
Sergey Shugoi es el hombre que acompañó a Putin en sus paseos en la naturaleza en los que se fotografió como un hombre de acción y cimentó su carisma de hierro. Su amistad se forjó en estos ratos de ocio que ayudaron a crear la iconografía de Putin como macho alfa.
Víctor Zolotov es el único ministro que ha denunciado en público que la misión de Shugoi no es tan eficaz como se había previsto. Este oscuro personaje sí que pertenece al círculo de San Petersburgo y, por lo tanto, al núcleo duro del poder de Putin, y es, además, es uno de los ‘siloviki’. Este término ruso alude al grupo de ‘securócratas’ que llegó al poder desde las fuerzas de seguridad, los servicios secretos o el Ejército y tiene entre su filosofía el uso de la fuerza y sus símbolos como elemento cohesionador. Zolotov, de 68 años, perteneció al KGB y en 1991 saltó a la fama por una fotografía que forma parte de la historia mundial. Boris Yeltsin consiguió parar el golpe de Estado comunista contra Gorbachov al subirse a un tanque para dar un mitin. Zolotov, que era su guardaespaldas, aparece torreta del blindado mientras vigila quién se acerca.
La duda es si haya pugna entre lugartenientes de Putin o el desastre militar ruso es de tal magnitud que no hay forma de ocultarlo.