¿Por qué generales rusos condecorados caen en primera linea de batalla?
Las tropas ucranianas han abatido desde que comenzó la invasión a seis altos mandos del Ejército de Putin, sólo dos de ellos confirmados por Moscú
No hay cifras exactas de las bajas rusas en la invasión de Ucrania. El último dato facilitado por el Kremlin las sitúa en un millar largo, mientras que Kiev dice que rondan los 15.800. La inteligencia norteamericana calcula que son de 3.000 a 9.000. Entre los fallecidos figuran algunos de los militares de mayor graduación de Rusia. Las autoridades ucranianas afirman que han matado a siete, aparte de un comandante checheno, aunque oficialmente Moscú sólo ha reconocido la pérdida de dos: el mayor general Andriy Sukhovetsky y Andrei Paliy, subcomandante y número 2 de la flota del mar Negro. Son estrategas condecorados cuya presencia en primera línea llama la atención.
Históricamente, los mandos se quedan en la retaguardia desplegando sus tropas sobre el tablero del combate y rara vez en la vanguardia de la lucha. El último alto militar estadounidense caído en combate fue en Afganistán en 2014 y hay que remontarse a la Guerra de Vietnam para encontrar al anterior. ¿Por qué entonces los capitanes y generales rusos se exponen tan abiertamente? Existen varias teorías. Según cuentan fuentes de la diplomacia europea a la revista ‘Foreign Policy’, su presencia en posiciones avanzadas se debe a las dificultades para hacer llegar las órdenes a los soldados, algo que está en línea con las informaciones que apuntan a que sus sistemas de comunicación están obsoletos y son fácilmente rastreables. Esto tendría que ver con que muchos de los reclutas enviados por Moscú son jóvenes que están realizando el servicio militar. Chavales inexpertos, mal entrenados y con la moral frágil a los que es necesario aleccionar casi continuamente.
La propia estructura militar rusa, con un liderazgo centralizado, también favorecería su presencia en primera línea. Según destacan analistas de Estados Unidos, «los mandos intermedios tienen poca o nula capacidad para tomar decisiones por sí mismos en combate», por lo que en situaciones comprometidas aquellos con más galones se ven obligados a dar un paso adelante.
A todo ello habría que añadir que la intervención militar en Ucrania es la primera a gran escala que ha realizado Rusia en varias décadas por lo que incluso los generales son inexpertos en batalla.
Sea como fuere, la lista de bajas entre la cúpula militar rusa es mayor de lo esperado, aunque con todas las reservas propias de una contienda en la que la propaganda fluye generosamente desde ambos bandos.
Un ejemplo: según Ucrania, sus tropas mataron el pasado 26 de febrero a Magomed Tushayev, comandante de la guardia privada del presidente checheno Ramzán Kadyrov. Pocos días después el temible ejército prorruso publicó varios vídeos con él asegurando que estaba vivo. Nadie ha podido comprobar si las imágenes eran actuales o no, así que su baja sigue siendo duda.
Yakov Rezantsev Teniente general Comandante de la 49ª división de Armas Combinadas del ejército ruso, Yakov Rezantsev, cayó el 24 de marzo en el aeródromo de Chornobaivka, en la región de Jersón. De 48 años, fue nombrado teniente general en 2020 y había sido condecorado por sus servicios en las guerras de Abjasia y Siria.
Andrei Mordvichev Teniente general Es uno de los mandos más experimentados de los que han sido enviados a Ucrania y eso a pesar de contar sólo con 46 años. Mordvichev fue abatido el pasado 18 de marzo en el aeródromo de Chornobaivka, el mismo lugar en el que cayó días después su compañero Yakov Rezantsev.
Oleg Mityaev, mayor general. El 15 de marzo, a manos del Batallón Azov, caía Oleg Mityaev, un militar con amplia experiencia al mando de tropas aerotransportadas. Su intervención en los combates del Dombás le hicieron merecedor del varias órdenes y medallas al honor. Era padre de dos chicas.
Andriy Sukhovetsky, mayor general. De 47 años, su muerte es una de las confirmadas por el Kremlin y se produjo el 3 de marzo cerca de Mariúpol por el disparo de un francotirador. Entró en el ejército ruso en 1991 y desde entonces ha participado, entre otras, en la segunda guerra de Chechenia y en Siria. Deja tres hijos.
Vitaly Gerasimov, mayor general. Nacido en 1977 y padre de un chico, Vitaly Gerasimov habría sido abatido por las tropas ucranianas el 7 de marzo cerca de Járkov. Maestro de profesión, acumulaba una dilatada carrera militar que incluye su participación en los conflictos de Georgia, Crimea y del Dombás.
Andrei Kolesnikov, mayor general. El pasado 11 de febrero Andrei Kolesnikov cumplió 45 años. Un mes después fue abatido por las tropas ucranianas. Contaba con una amplia experiencia comandando unidades blindadas, incluida la famosa División Panzer de Cantemir, cuya historia se remonta a la II Guerra Mundial.
Andrei Paliy, subcomandante. Andrei Paliy, número 2 de la flota del mar Negro, es el primer alto mando de la marina rusa caído en esta contienda. Su baja ha sido reconocida por el Kremlin. Según Ucrania, fue abatido por un francotirador durante una operación militar en Mariúpol. Tenía 51 años.
Magomed Tushayed, comandante. Sería el primer alto mando de los ‘kadirovtsy’ caído en Ucrania. De 36 años recién cumplidos, Tushayev ingresó en el grupo paramilitar en 2017. En pocos meses ascendió a comandante y es uno de los hombres de confianza del líder checheno Rámzan Kadyrov.