Boris Johnson desvía a Bruselas su guerra interna
El primer ministro británico, Boris Johnson, ha construido un callejón sin aparente salida en sus relaciones con la Unión Europea y la restauración de la autonomía de Irlanda del Norte tras publicar esta semana un proyecto de ley que deroga buena parte del Acuerdo de Retirada de la UE. Abogados de Reino Unido especialistas en legislación internacional y la Comisión Europea afirman que es ilegal.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, afirmó en una entrevista con la televisión británica Sky que no puede «resistir la tentación de pensar que (la presentación del proyecto de ley) tiene una motivación política, pero nuestro rol no es comentar sobre la política interna del Reino Unido y, por tanto, nuestras puertas para la negociación siempre estarán abiertas».
Es un sentimiento compartido en el Parlamento y en los medios británicos. La interpretación de que Londres reta a la UE a una guerra comercial es exagerada. Puede ser el desenlace pero, en el contexto de la guerra en Ucrania y de una economía atormentada, Londres no persigue la quiebra total del ‘brexit’. Johnson pidió esta semana a sus ministros que suavicen el tono hacia la UE. Sefcovic puntualizó el viernes que, si el proyecto se convierte en ley «no se descarta ninguna opción».