Alemania quiere extender la UE hasta Georgia para frenar a Putin
El canciller federal, Olaf Scholz, desgranó ayer sus propuestas para la reforma de la Unión Europea, que van desde el fin de las decisiones por unanimidad y la introducción del voto mayoritario a cambios drásticos en la Comisión y el Parlamento en Estrasburgo. Seguir como hasta ahora «es una invitación a todos aquellos que juegan a enfrentarnos», dijo el jefe del Gobierno alemán en un discurso ante la Universidad Carolina de Praga. «La Rusia de Putin se define en un tiempo previsible como nuestro enemigo. Toda división entre nosotros, toda muestra de debilidad, serán aprovechadas por él», advirtió Scholz a sus socios en referencia al presidente ruso.
Defendió en contraposición a Moscú la ampliación de la UE a territorios que fueron de dominio soviético. «Que continúe creciendo hacia el Este es un beneficio para todos nosotros», afirmó el primer ministro germano. Apostó por el ingreso de Ucrania, los países de los Balcanes occidentales, Moldavia y hasta la «perspectiva» de que lo haga Georgia.
El canciller federal subrayóque una Unión Europea que haya crecido hasta sumar de 30 a 36 socios necesita de reformas urgentes, sobre todo en lo que se refiere a la toma de decisiones. Scholz propuso despedirse poco a poco del principio de unanimidad para «paso a paso asumir las decisiones por mayoría» y destacó que podría comenzarse con la política exterior común o la política fiscal. A su juicio, una comunidad en crecimiento necesita igualmente reformas en la Comisión y el Parlamento europeos. Para evitar inflar aún más el legislativo europeo se necesita llegar a un nuevo equilibrio, dijo Scholz, quien propuso que los votos electorales de los distintos países «tengan más o menos el mismo peso».
El jefe del Gobierno de Berlín se refirió además a la necesidad de reformar también la política comercial. «Europa debe agradecer su bienestar al comercio. Este campo no debemos cederlo a otro», comentó el político socialdemócrata, que defendió la redacción de nuevos acuerdos de libre comercio sostenibles. «Pero hay una cosa que se nos suele pasar por alto: una buena parte del litio, cobalto, magnesio o níquel de los que tanto dependen nuestras fábricas se encuentra hace tiempo entre nosotros, en Europa», dijo el canciller federal, quien recordó que cada teléfono móvil o batería de automóvil contiene valiosas materias primas. «Si hablamos de soberanía económica debemos hablar también de aprovechar mucho más ese potencial», afirmó, y destacó igualmente que las tecnologías para conseguirlo existen ya. «Lo que necesitamos son estándares comunes para acceder a una auténtica economía europea de reciclaje» y una «actualización estratégica de nuestro mercado interior», subrayó.
Defendió además una más estrecha colaboración en materia de Defensa, exigió la creación de un cuartel general de la UE en pleno funcionamiento y ofreció un papel central alemán en la organización de la defensa aérea en el norte y el este de Europa, las regiones más próximas a la conflictiva Rusia.