Putin moviliza a 300.000 reservistas y amenaza con hacer uso de su arsenal nuclear

Después de que las regiones de Ucrania ocupadas convocaran el martes consultas populares para integrarse en Rusia y la Duma (Cámara baja del Parlamento de Moscú) aprobase una ley que introduce los conceptos de «movilización», «ley marcial» y «tiempo de guerra», el presidente, Vladímir Putin, anunció este miércoles a la nación la entrada en vigor de un decreto para una «movilización parcial» de 300.000 reservistas.

El objetivo es reforzar las fuerzas desplegadas en el país vecino ante los reveses que ha sufrido tras la contraofensiva de Kiev en la región de Járkov. El martes, el hemiciclo aprobó, además, por unanimidad en tramitación urgente, en segunda y tercera lectura definitiva, una ley que introduce los conceptos de «movilización», ley marcial» y «tiempo de guerra». Incorporó asimismo nuevos artículos al Código Penal para endurecer los castigos a los que se nieguen a ser movilizados (entre tres y diez años de cárcel), a los desertores (hasta diez años de reclusión) y a quienes se entreguen al enemigo como prisioneros (también hasta diez años).

La ley fue refrendada este miércoles en el Consejo de la Federación (Cámara Alta) y solo queda que la firme Putin. Al mismo tiempo, Putin ordenó que «todos los problemas de material, recursos y apoyo financiero para las empresas de sector de Defensa deben ser resueltos por el Gobierno de inmediato». Asimismo, advirtió de que «cuando la integridad territorial está amenazada, Rusia utilizará todos los medios a su alcance, incluidas las armas nucleares. No es un farol». «Han lanzado el chantaje nuclear. Estamos hablando no solo del bombardeo de la planta de energía atómica de Zaporiyia, que amenaza con una catástrofe atómica, sino también de las declaraciones de algunos representantes de alto rango de los principales miembros de la Otan sobre la posibilidad y admisibilidad de usar armas de destrucción masiva contra Rusia, armas nucleares», señaló. «A aquellos que se permiten tales declaraciones, quiero recordarles que nuestro país también tiene diversos medios de destrucción, y componentes individuales, más modernos que los de los países de la Otan», insistió. Para el primer mandatario ruso, «el objetivo de Occidente es debilitar, dividir y destruir» el país. «Dicen directamente que en 1991 pudieron partir la URSS y ahora ha llegado el momento de que la propia Federación Rusa se desintegre en muchas regiones en guerra». Y apuntó que esta convencido de que los países occidentales «llevan tramando tales planes durante mucho tiempo (...), promovieron bandas de terroristas internacionales en el Cáucaso y trasladando la infraestructura ofensiva de la OTAN hasta cerca de nuestras fronteras. Han hecho de la rusofobia total su arma». Putin volvió a repetir, sin especificar países concretos -aunque evidentemente se refiere a Estados Unidos en primer lugar-, que «empujaron a Ucrania a la guerra contra nuestro país».

«Política de intimidación»

En relación con los referendos convocados por los cabecillas prorrusos de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, el jefe del Kremlin enfatizó que «haremos todo lo posible para garantizar la celebración segura de esas consultas». Según su opinión, «el régimen represivo en toda Ucrania se ha intensificado de la manera más severa. La política de intimidación, terror y violencia adquiere formas cada vez más terribles y bárbaras. No tenemos derecho moral a entregar a personas cercanas para que el verdugo las haga pedazos, no podemos sino responder a su deseo de determinar su propio futuro».

El presidente ruso considera que «al pueblo ucraniano le han convertido en carne de cañón (...) desatando esta guerra allá por 2014, utilizando las fuerzas armadas contra la población civil, organizando un genocidio, el bloqueo y el terror contra personas que se negaban a reconocer el poder que surgió en Ucrania a raíz de un golpe de Estado. Era inevitable una ofensiva a gran escala en el Donbás, como las dos anteriores que llevaron a cabo, y encima ahora atacando también Crimea. Por eso era necesaria la decisión sobre una acción preventiva», destacó en alusión a la llamada Operación Especial Militar contra Ucrania lanzada el 24 de febrero.

Para Putin, la autoproclamada República Popular de Lugansk (LNR) ahora «está casi completamente limpia de neonazis. La lucha en la República Popular de Donetsk (DNR) continúa. Aquí el régimen de Kiev ha levantado una profunda línea de fortificaciones». «Ya he dado instrucciones al Gobierno y al Ministerio de Defensa para que determinen a la mayor brevedad el estatus legal de los voluntarios y combatientes de Lugansk y Donetsk. Debe ser el mismo que el de los militares regulares, incluida la atención médica y las garantías sociales», subrayó.