Putin también batalla con los cereales en Ucrania
La carretera que une Odesa con Mikolaev es una autopista directa al frente sur de la guerra, el más activo en las últimas semanas en las que el Ejército ucraniano no para de ganar terreno. Además de militares, otro ejército, esta vez de camioneros, se juega la vida cada día para llegar a los campos y cargar los cereales que después llevan hasta los silos próximos a los puertos para exportarlos a todo el mundo. Mikhail y Andrii acaban de aparcar su Kamaz en el arcén. Tienen veinticinco kilómetros de cola por delante y «aproximadamente una semana de espera. Eso es lo que tardamos en llegar y descargar. Puede ser más rápido. Todo depende de los barcos que vayan llegando, pero la media de espera es de siete días cuando antes lo hacíamos en uno», apunta Mikhail.
Ucrania es uno de los principales productores y exportadores de grano del mundo y en 2021 cosechó un récord de 86 millones de toneladas. El 24 de febrero Rusia decidió lanzar su invasión y esto supuso un golpe directo a un sector que, según el Ministerio de Agricultura, puede ver reducida la cosecha a cincuenta millones de toneladas. Para 2023 la previsión es aún peor por los problemas de los agricultores para plantar durante el invierno. Los datos reflejan que el 30% de las tierras de cultivo ucranianas están ocupadas o son inseguras, y que 160.000 kilómetros cuadrados de terreno pueden estar «contaminados» por minas terrestres y otros explosivos.
En medio de los combates diarios en los distintos frentes, el cereal sirvió para que Kiev y Moscú alcanzaran a finales de julio en Estambul un acuerdo para asegurar la exportación desde los puertos de Chornomorsk, Odesa y Yuzhny/Pivdennyi. El pacto está en vigor, pero la duración es de 120 días y esto supone que expirará el 19 de noviembre. Si no se extiende, los precios de los alimentos y la escasez mundial aumentarán, pero como las cosas van mal en el frente para Rusia, los expertos del sector temen que Vladímir Putin pueda usar el grano como arma de guerra. «Putin ha vinculado previamente el tema de la exportación de grano con el levantamiento de las sanciones occidentales y podría volver a hacerlo. Rusia está bajo una fuerte presión económica y el regreso al cese de los envíos desde los puertos ucranianos ejercería una mayor presión alcista sobre los precios mundiales del grano», alerta el analista Eric Tegler.