Los ‘tories’, a la búsqueda del líder que les salve del varapalo electoral
La balanza se mueve entre Boris Johnson y el que fuera ministro con él, Rishi Sunak
Como escolares en estado de rebeldía permanente, los diputados conservadores británicos buscan otra vez a un nuevo líder que les permita seguir en el poder tras los comicios de 2024, a pesar de las profundas divisiones en las que está sumido el partido y la crisis por la que atraviesa el Reino Unido.
El anuncio de dimisión de Liz Truss como líder conservadora y primera ministra ha vuelto a reabrir las heridas internas en la formación y ha puesto en entredicho la reputación del Reino Unido como país de buena gobernanza y pionero en la formulación de políticas.
Las luchas internas han definido a la formación en los últimos 30 años. En su día fueron sobre la permanencia o no en la Unión Europea (UE), que dieron paso a la victoria del Brexit en el referéndum de 2016, y ahora las luchas fratricidas están centradas entre moderados y la derecha de la formación.
La rebeldía del «rebaño», como definió en su día el ex primer ministro Boris Johnson a los diputados tories, llega en momentos de una difícil crisis económica en el país, con una inflación interanual del 10,1%, el incremento de los precios energéticos, el alza de los tipos de interés y una inminente recesión. «Es muy poco probable que algún candidato pueda sanar las divisiones en el partido y dar estabilidad al Gobierno debido a una serie de factores. Las divisiones entre los moderados y la derecha del partido son profundas e ideológicas. Además, el posible regreso de Boris Johnson probablemente reavive las divisiones dentro del partido por su competencia en el cargo», dijo a Efe el politólogo Andrew Mycock, de la Universidad de Huddersfield.
Algunos diputados conservadores, los del ala más a la derecha de la formación —euroescéptica hasta la médula—, reclaman el regreso de Johnson a la arena política, como si las circunstancias en las que se vio forzado a dimitir el pasado julio —tras masivas dimisiones de ministros por las fiestas en la residencia de Downing Street durante la pandemia— fueran nimias o nunca hubieran ocurrido. Estos seguidores ven en Johnson al único político capaz de remontar la deriva de los conservadores en las encuestas -están ahora 30 puntos por debajo de los laboristas- y ganar las elecciones generales británicas que se celebrarán en unos dos años. «El regreso de Johnson podría detener las terribles encuestas actuales y ver alguna mejora en la fortuna electoral de los conservadores. Sin embargo, su atractivo personal ha disminuido significativamente y es poco probable que su posible elección se traduzca en una victoria conservadora en los comicios», dijo Mycock.
John Curtice, profesor de Políticas de la Universidad de Strathclyde, ha comparado la crisis en el Partido Conservador con la que afrontó el exprimer ministro tory John Major a finales de los pasados años noventa, cuando la reputación de la formación se hundió por el desplome de la libra, que fue retirada en 1992 del mecanismo de cambios del Sistema Monetario Europeo (SME).
En 1997, ha recordado Curtis, los conservadores sufrieron el peor resultado electoral en casi cien años, al ser derrotados por un renovado Partido Laborista con Tony Blair como líder. Pero la actual inestabilidad política en el Reino Unido puede pasarle también factura en sus relaciones exteriores.
Para el profesor Mycock, «es probable que vaya a más el papel decreciente del Reino Unido en el escenario mundial» y haya más incertidumbre sobre «el bienestar económico y financiero del país».
Respecto al candidato mejor situado para calmar los mercados, el experto dijo que el exministro de Economía Rishi Sunak es visto tal vez como «el candidato que pueda restaurar la reputación económica del Reino Unido en términos de formulación de políticas sólidas».