Brasil teme atentados de la ultraderecha de Bolsonaro
Detienen a un terrorista que pretendía hacer estallar una bomba
Más de 120 países asistirán el domingo a la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil, el triple de delegaciones que las que acudieron hace cuatro años a la investidura de su antecesor, Jair Bolsonaro. La ceremonia, que se celebrará en la Esplanada dos Ministerios de Brasilia, estará marcada por la reciente detención de un hombre llamado George Washington de Oliveira Sousa que intentó detonar una bomba cerca del aeropuerto de la capital federal como protesta por la elección del veterano líder del Partido de los Trabajadores.
El hallazgo, además, de muchas armas y municiones en Brasilia ha levantado las alarmas sobre un posible atentado contra el nuevo mandatario brasileño y la amenaza de movilizaciones de partidarios de Bolsonaro para sembrar el caos durante la jornada con el ánimo de provocar la declaración de un estado de sitio que estimulara la intervención de las Fuerzas Armadas.
La gran fiesta que prepara Brasil para la vuelta al Gobierno de Lula, a la que ha confirmado su asistencia Felipe VI, rey de España, además de los presidentes de Alemania, Argentina, Colombia, Chile o Portugal, entre otros; contrasta con la tensión, violencia y repudio de un buen número de seguidores del que fue su rival en los comicios de octubre. El propio De Oliveira Sousa confesó que se había inspirado en el llamamiento de Bolsonaro para que la población se armara.
En una entrevista a GloboNews, Flavio Dino, que será el ministro de Justicia y Seguridad Pública en el nuevo Ejecutivo, garantizó la toma de medidas de seguridad excepcionales que intentarán anticiparse a las posibles convocatorias antidemocráticas con el fin de evitar inestabilidad en un día con una amplia participación popular. Dino está convencido de que el presunto terrorista arrestado no está solo y que, además, hay personas poderosas alimentando estas amenazas: «No vamos a permitir esto en Brasil, que este terrorismo político se arraigue en nuestro país», manifestó.
Dino está dispuesto a llevar una investigación profunda sobre las personas que hayan suministrado armas y apoyen las movilizaciones y campamentos instalados por los ciudadanos que exigen la intervención militar desde el mismo día en que se supo el resultado de las elecciones que dieron el triunfo a Lula. La sensación de inseguridad ha aumentado hasta el punto que hay partidarios del Partido de los Trabajadores que han recomendado que el presidente llegue a la ceremonia en un coche cerrado y no en un Rolls Royce descapotable, como estaba previsto.