Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Estado de los vidrios destrozados en el Palacio de Planalto, después de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Embajada de Brasil en Roma, este lunes. ANGELO CARCONI
Trabajadores recogen sillas afuera del Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, hoy, en Brasilia (Brasil). Brasilia amaneció este lunes con el orden público bajo control pero con rastros de destrucción en varias áreas del centro del poder de la capital brasileña, tras el violento asalto del domingo de miles de bolsonaristas contra las sedes de los tres poderes. Los rastros de destrucción se extendían por varios de los jardines de la Explanada de los Ministerios, la amplia avenida en la que están ubicadas las sedes de los ministerios y que culmina en la Plaza de los Tres Poderes. Dentro de las edificaciones igualmente quedaron los rastros del violento ataque, con cientos de ventanales quebrados, sillas arrancadas, equipos destruidos y obras de arte damnificadas. ANDRÉ COELHO
Estado de los vidrios destrozados en el Palacio de Planalto, después de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Estado de los vidrios destrozados en el Palacio de Planalto después de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELO
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Trabajadores toman medidas en una ventana para el reemplazo de los vidrios destrozados en el Palacio de Planalto, luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Soldados del Ejército se han movilizado para trabajar en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (c), junto a la a presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Rosa Weber, y los ministros Luís Roberto Barroso y Dias Toffoli, presidió este lunes una reunión con motivo de la toma de manifestantes bolsonaristas radicales en la víspera a la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Brasilia amaneció este lunes con el orden público bajo control pero con rastros de destrucción en varias áreas del centro del poder de la capital brasileña, tras el violento asalto del domingo de miles de bolsonaristas contra las sedes de los tres poderes. ANDRÉ COELHO
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
La policía de Brasil ha tomado Brasilia. ANDRE GORGES
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Oficiales del Ejército montan guardia frente a un campamento de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Seguidores del expresidente Jair Bolsonaro salen de las tiendas de campaña en un campamento, hoy, frente al Cuartel General del Ejército, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Un hombre recoge los destrozos en el Palacio de Planalto después de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Trabajadores recogen sillas afuera del Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, hoy, en Brasilia (Brasil). Brasilia amaneció este lunes con el orden público bajo control pero con rastros de destrucción en varias áreas del centro del poder de la capital brasileña, tras el violento asalto del domingo de miles de bolsonaristas contra las sedes de los tres poderes. Los rastros de destrucción se extendían por varios de los jardines de la Explanada de los Ministerios, la amplia avenida en la que están ubicadas las sedes de los ministerios y que culmina en la Plaza de los Tres Poderes. Dentro de las edificaciones igualmente quedaron los rastros del violento ataque, con cientos de ventanales quebrados, sillas arrancadas, equipos destruidos y obras de arte damnificadas. ANDRÉ COELHO
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO
Seguidores del expresidente Jair Bolsonaro salen de las tiendas de campaña en un campamento, hoy, frente al Cuartel General del Ejército, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (c), junto a la a presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Rosa Weber, y los ministros Luís Roberto Barroso y Dias Toffoli, presidió este lunes una reunión con motivo de la toma de manifestantes bolsonaristas radicales en la víspera a la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Brasilia amaneció este lunes con el orden público bajo control pero con rastros de destrucción en varias áreas del centro del poder de la capital brasileña, tras el violento asalto del domingo de miles de bolsonaristas contra las sedes de los tres poderes. ANDRÉ COELHO
Soldados del Ejército trabajan en el desmantelamiento de las tiendas de campaña de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro en un campamento frente al Cuartel General del Ejército, hoy, en Brasília (Brasil). Al menos 1.200 bolsonaristas fueron detenidos este lunes en el campamento que habían montado frente al cuartel general del Ejército en Brasilia desde las elecciones de octubre y desde el que fueron lanzados los ataques del domingo contra las sedes de los tres poderes en Brasil. Los seguidores del expresidente Jair Bolsonaro, que no reconocen la victoria del líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales, fueron detenidos luego de que, cercados por la Policía y el Ejército, desmontaran pacíficamente el campamento en el que se refugiaban. ANDRE BORGES
Trabajadores recogen sillas afuera del Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, hoy, en Brasilia (Brasil). Brasilia amaneció este lunes con el orden público bajo control pero con rastros de destrucción en varias áreas del centro del poder de la capital brasileña, tras el violento asalto del domingo de miles de bolsonaristas contra las sedes de los tres poderes. Los rastros de destrucción se extendían por varios de los jardines de la Explanada de los Ministerios, la amplia avenida en la que están ubicadas las sedes de los ministerios y que culmina en la Plaza de los Tres Poderes. Dentro de las edificaciones igualmente quedaron los rastros del violento ataque, con cientos de ventanales quebrados, sillas arrancadas, equipos destruidos y obras de arte damnificadas. ANDRÉ COELHO
Fotografía que muestra los destrozos en el Palacio de Planalto luego de que manifestantes bolsonaristas se tomaran en la víspera la Plaza de los Tres Poderes para invadir los edificios gubernamentales, en Brasilia (Brasil). Bolsonaristas radicales que no reconocen la victoria en las urnas de Lula el pasado 30 de octubre irrumpieron ayer en el Congreso Nacional, así como en la Corte Suprema y en el Palacio de Planalto, la sede del Ejecutivo. Hasta el momento, hay 300 detenidos por los actos del domingo, que fueron ampliamente condenados por todas las instituciones de Brasil y por la comunicad internacional. ANDRÉ COELHO