Carlos III de Inglaterra cierra las puertas de Buckingham a su hermano Andrés
Carlos III de Inglaterra está tomando medidas muy calculadas desde que asumió el trono tras el fallecimiento de su madre, Isabel II. Dos de los problemas más candentes los tiene en casa: su propio hijo Enrique y sus explosivas memorias y la situación de su hermano, el príncipe Andrés, tras el caso Epstein sobre corrupción de menores. Para la primera, la Casa Real británica optó por el más absoluto silencio. En el caso de Andrés, parece que Carlos III ha ido más allá de lo que hizo su madre —le despojó de todos los honores y títulos— y le ha cerrado la puerta de la ‘casa’ familiar.
Según el periódico The Sun, el príncipe Andrés no podrá usar sus aposentos en Buckingham cuando esté en Londres y tendrá que buscarse otro alojamiento. Una de las opciones que baraja el hermano del rey es dormir en otro de los palacios reales como St James.
La residencia oficial del príncipe Andrés desde hace casi dos décadas es The Royal Lodge, una mansión con capilla previa que se encuentra al sur de Windsor y a una hora de Buckingham.
Esta decisión de su hermano se produce cuando el príncipe Andrés sopesa revocar el acuerdo al que llegó hace casi un año con Virginia Giuffre por una cantidad millonaria. El motivo es la retirada de una demanda de difamación de la estadounidense, que le denunció por abusos, contra un abogado al admitir que podía haber cometido un error al identificarlo y acusarlo de abuso.