Ucrania denuncia una «escalada máxima» en el frente del Donbás
Ucrania denunció ayer una «escalada máxima» en la región oriental de Lugansk a menos de dos semanas del primer aniversario del inicio de las hostilidades, que según algunos analistas podría ser un indicio de que la ofensiva rusa, esperada por muchos, ya habría comenzado en el Donbás. «El número de ataques de los ocupantes ha aumentado significativamente», afirmó en Telegram el jefe de la Administración Militar Regional, Serhii Haidai, al señalar que «los rusos están tratando de avanzar en dirección a Kreminna», aunque no tienen «éxitos significativos».
El estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW) constató que «las fuerzas rusas han recuperado la iniciativa en Ucrania y han comenzado su próxima gran ofensiva en Lugansk». «El ritmo de las operaciones rusas a lo largo de la línea Svatove-Kreminna en el oeste de Lugansk ha aumentado notablemente durante la semana pasada», añadió el ISW, según el cual el Ejército ruso ha logrado «avances marginales a lo largo de la frontera entre Járkov y la región de Lugansk».
Los analistas estadounidenses señalaron que la presencia en esta zona de «al menos tres grandes divisiones rusas en operaciones ofensivas» sugiere «que la ofensiva rusa ha comenzado».
Haidai, que había calificado anteriormente la situación como una «escalada máxima», señaló que el Ejército ruso también continúa bombardeando localidades de la zona como Makiivka, que han sido «destruidas hasta sus cimientos».
Durante los últimos meses las fuerzas rusas han centrado sus esfuerzos en las regiones ucranianas de Lugansk y Donetsk, anexionadas por Rusia en septiembre de 2022, con especial énfasis en las ciudades de Vuhledar y Bajmut. La toma de estas urbes y, sobre todo, de la última, abriría a los rusos el camino hacia Sloviansk y Kramatorsk, los principales bastiones ucranianos en el Donbás. Kiev considera que los rusos se centrarán en Lugansk y Donetsk, pero también podrían lanzar operaciones en las regiones de Zaporiyia y Jersón.