Las encuestas castigan a Netanyahu por su plan de reforma de la justicia
El anuncio de la suspensión de la votación final de la reforma de la justicia sirvió para rebajar de forma temporal la tensión en las calles de Israel, aunque los manifestantes han convocado una nueva marcha multitudinaria este sábado en Tel Aviv. Benjamín Netanyahu dio marcha atrás al proyecto en el último momento, un gesto interpretado por algunos como una muestra de debilidad de un líder a quien las protestas han desgastado y que, según las encuestas realizadas por dos canales de televisión, perdería su puesto de primer ministro en caso de celebrarse ahora elecciones.
Después de cinco comicios en menos de cuatro años, los últimos en octubre, el runrún electoral es permanente en los medios israelíes y en estos momentos de incertidumbre han aprovechado para realizar nuevos sondeos.
Las encuestas muestran un fuerte descenso del Likud, de 32 a 25 escaños, lo que supondría que la coalición actual de ultraortodoxos y ultranacionalistas sionistas no sería capaz de llegar a los 61 representantes necesarios para formar Gobierno. El gran beneficiado del caos actual sería el exjefe del ejército, Benny Gantz, ya que Unidad Nacional duplicaría su presencia (de 12 a 23). En su breve discurso dirigido el lunes por la noche a la nación, el primer ministro no dio su imagen habitual de poder. «Esto nunca le hubiera pasado al viejo Bibi», aseguran.