El ejército de Trump se desmorona tras el grito ¡Protestad, protestad!
Pese al llamamiento del expresidente, solo unos cientos de seguidores salieron a las calles
Lo principal para que cualquier Ejército funcione son órdenes claras: «¿Y qué significa exactamente lo de ‘¡Protestad, protestad!’», se preguntaban los seguidores de Donald Trump en los chats, después de que su comandante en jefe colgase esa orden en la plataforma Truth Social. «No voy de gilipollas, pero uno pensaría que podía habernos dado instrucciones un poquito más explícitas si realmente quería que decenas de miles de personas hicieran algo efectivo para apoyarle, ¿no?», vacilaba uno en Telegram.
Tampoco ayudó que anunciasen con contundencia que su arresto se produciría el martes 21 de marzo, cuando sus propios abogados reconocieron no tener ninguna indicación de la fecha. Para cuando por fin llegó, este martes 4 de abril, muchos habían perdido el poco impulso que tenían y a otros les había invadido la paranoia. En las redes sociales y los chats que frecuentan sus seguidores, cada propuesta de alboroto era seguida por una teoría conspiratoria. ¿Sería una trampa? ¿Estarían allí los federales esperando para arrestarles?
Los negacionistas que aún creen que a Trump le robaron las elecciones también piensan que el asalto al Capitolio estuvo orquestado por anarquistas enmascarados de antifaz, que les incitaron a la insurrección para que cayeran en manos de la policía. Más de mil han sido condenados y, según las cuentas de NPR, el 58% ha recibido penas de cárcel. Aún quedan otros tantos procesos judiciales abiertos. Les ganó la euforia del momento y creyeron que el poder de la masa les haría invulnerables. Sus propios vídeos y fotos colgados en las redes sociales han servido de pruebas contundentes ante los tribunales, sin que ni eso ni nada pueda convencer a los conspiracionistas de que fueron ellos mismos los autores de aquella rebelión, porque siempre encontrarán alguna teoría disparatada para evadir la realidad más incómoda.
Arduos seguidores
«Creo que ‘protestad’ es un mal consejo por parte de Trump», le cuestionaba otro seguidor en las redes sociales. «A menos que estés dispuesto a hacer una verdadera insurrección, haciendo prisioneros (o algo peor) a todos los opresores, no tiene sentido aquí lo de ‘protestad’». Después del precio tan alto que han pagado los insurrectos del 6 de enero, a los más arduos seguidores que podían hacer de líderes de nuevas protestas no les han quedado ganas de más. «Yo ya me he jubilado», dijo en Twitter Alexander Ali, uno de los organizadores del mitin ‘Stop the Steal’ (Parad el Robo) que derivó en el asalto al Capitolio. El líder de ultraderecha que incluso pidió un golpe de estado en Brasil cuando Luiz Inácio Lula da Silva venció a Jair Bolsonaro en las urnas dijo esta vez haber hablado con el polémico locutor Alex Jones, condenado a penas multimillonarias por sus teorías conspiratorias. «Él tampoco va a protestar. Los dos tenemos ya suficiente luchando contra el Gobierno.