El Ejército y los paramilitares luchan por el control de Sudán
Una tregua con fines humanitarios detuvo ayer los combates que, durante todo el fin de semana, han librado el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), una poderosa milicia creada durante el régimen del dictador Omar Al Bashir y que cuenta con grandes recursos.
Los choques armados ente ambos cuerpos se iniciaron en la capital Jartum y la vecina localidad de Omdurman y se han extendido a otros Estados como Darfur y Kasala. Estos enfrentamientos han provocado 56 muertos entre la población civil y 600 heridos, según informes del Comité Central de Médicos, entidad independiente, que también habla de «decenas de víctimas» entre los contendientes.
Los incidentes comenzaron el sábado en un suburbio meridional de Jartum y se extendieron rápidamente por el área urbana. Los testigos hablan de ataques aéreos sobre las instalaciones de las RSF, mientras portavoces de esta segunda institución anuncian la toma del palacio presidencial y el aeropuerto local, acciones negadas por las Fuerzas Armadas, que se atribuyen, por su parte, la conquista de la base de Karari, bastión capitalino de los rivales.