La Otan advierte a Kiev que ya le ha enviado el 98% del arsenal prometido
Putin cierra la Plaza Roja de Moscú el 1 de Mayo alegando miedo a ataques de drones ucranianos
Ucrania ya cuenta con más del 98% de los vehículos de combate que la Otan y los países socios habían prometido a inicios de este año. Después de la gira internacional en enero del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski para pedir apoyo armamentístico a Occidente, 230 tanques y más de 1.550 blindados han llegado al territorio invadido por las tropas rusas, afirmó ayer el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg. Dentro del arsenal enviado también están «otros equipos y enormes cantidades de munición» para la próxima ofensiva en la región del Donbás, aseguró.
Además, los aliados han entrenado y equipado a más de nueve nuevas brigadas acorazadas ucranianas. «Esto situará a Kiev en una posición fuerte para seguir retomando los territorios ocupados», explicó el ex primer ministro noruego, aunque aclaró que Rusia «no debe ser infravalorada» y tiene capacidad de movilizar a sus tropas para los combates de los próximos meses.
«Hemos dejado claro que apoyaremos a Ucrania todo el tiempo que sea necesario», insistió el secretario general, anunciado que durante la cumbre que la Otan realizará en julio en Lituania, la Alianza se propone ampliar el respaldo con un «plan multianual de soporte».
También aseguró que en esa reunión, los aliados van a discutir formas de repartir el peso de mantener la ayuda, «porque en un mundo más peligroso, debemos invertir más y mejor en nuestra defensa», subrayó. Stoltenberg reconoció el trabajo del grupo de Contacto para Ucrania, conocido como grupo de Ramstein, que lidera Estados Unidos y reúne a 50 aliados de Kiev, que coordinan el suministro de armas y material militar. El «apoyo castrense sin precedentes» incluye sistemas antiaéreos modernos, vehículos blindados, carros de combate, carros de infantería, indicó el funcionario.
A mediados de mes el principal sindicato de Rusia anunció la cancelación de las manifestaciones del Día de los Trabajadores, el 1 de mayo, debido a amenazas de carácter «terrorista». «No habrá marchas ni mítines en Moscú, sino una reunión solemne» con activistas sindicales y afiliados, dijo Alexánder Shershukov, vicepresidente de la Federación de Sindicatos Independientes de Rusia. Explicó que la decisión de cancelar los desfiles se debió «al alto nivel de amenaza terrorista, incluso en regiones lejos de los lugares de la Operación Militar Especial».
Además, por orden de la Guardia del Kremlin (FSO en sus siglas en ruso) el acceso a la Plaza Roja, escenario habitual de las grandes celebraciones y punto de visita obligada para los turistas, está cerrado desde ayer hasta el 10 de mayo, una vez hayan finalizado los eventos. «En relación con los actos ceremoniales dedicados a la conmemoración del 78 aniversario de la Victoria en la Gran Guerra Patria (1941-1945) del 27 de abril al 10 de mayo, la Plaza Roja estará cerrada al público», reza el comunicado difundido por el FSO.
Algunas de las calles adyacentes serán además cortadas al tráfico. Otros años el acceso a la Plaza Roja también fue interrumpido en la víspera del Desfile de la Victoria, pero no tantos días. Las impresiones recogidas por algunos medios de comunicación y redes sociales señalan que la limitación de movimientos en el entorno del Kremlin tal vez haya podido ser debida a los ataques recientes de drones, supuestamente ucranianos, en las regiones de Moscú, Riazán, Sarátov, Briansk, Kursk, Bélgorod, Krasnodar, Adigueya y San Petersburgo, en donde en la noche del miércoles se produjo una explosión cerca del aeródromo militar de Pushkin. Al parecer, según los medios locales, provocada por un aparato volador no tripulado.
Los empleados de los organismos estatales han recibido un memorándum con instrucciones para que entre el 27 de abril y el 10 de mayo se organicen por turnos para revisar patios, áticos y sótanos de edificios oficiales y viviendas del centro de Moscú a la búsqueda de objetos sospechosos, aparatos voladores o cualquier otro artilugio que pueda suponer una amenaza. El llamamiento sostiene que un empresario ucraniano ofreció casi medio millón de euros a quien sea capaz de hacer aterrizar un dron en la Plaza Roja.
El Desfile de la Victoria se organiza anualmente, no sólo en Moscú sino en muchas otras ciudades. Pero esta edición, por «motivos de seguridad», han sido cancelados en muchas regiones, especialmente en las más cercanas a Ucrania. Tampoco se celebrarán en Crimea y en el resto de los territorios anexionados (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón). Parece que van a ser los festejos más deslucidos jamás vistos.
Lo que tampoco se verá este año será la marcha del llamado ‘regimiento inmortal’, en la que Putin ha tomado siempre parte. Puede acudir cualquier persona con tal de portar un retrato de algún caído en la II Guerra Mundial. La cuestión es que se rinde homenaje también a los muertos en otras guerras, Afganistán por ejemplo en años pasados. Y esta vez incluirían sin duda los que perdieron la vida en el campo de batalla ucraniano, lo que podría desenmascarar el alto número de bajas acumuladas y convertir el evento en una acción encubierta de protesta.