Trump se lanza a la conquista de Escocia sobre un carrito de golf
En 2021, con la mudanza de la Casa Blanca aún sin rematar, Donald Trump se moría de ganas por jugar al golf en uno de los campos que posee en Escocia. Era el plan que tenía, casualmente, para la fecha de la investidura de su sucesor, Joe Biden, como presidente de Estados Unidos, pero las restricciones por la pandemia le impidieron entrar en el país. Más de dos años después, el político republicano ha pisado suelo escocés para recorrer allí sus terrenos dedicados a un deporte que le ha dado millonarias alegrías, pero también algún disgusto ya que fue en un torneo entre hoyos donde conoció a la actriz porno Stormy Daniels que le ha llevado ante la Justicia.
Con sus problemas judiciales en la maleta, y su candidatura para las elecciones de 2024 en marcha desde hace meses, Trump aterrizó ayer en el aeropuerto de Aberdeen. El viaje para «ver e inspeccionar» sus lujosas propiedades en Escocia —no se descarta que pase también por el resort de golf que construyó en Irlanda— lo hace acompañado de su hijo Eric, de 39 años, y un séquito de empleados a su cargo pero sin su esposa, Melania, y la idea es que el paseo sobre el verde sea breve.
La visita de Trump a tierras escocesas, sin embargo, está más orientada esta vez a los negocios que a la carrera política que no ha abandonado en estos años lejos de la Casa Blanca. De hecho, la agenda de este viaje contempla el corte de la cinta de un «nuevo y espectacular» campo en Aberdeen que arrastra cierto retraso. Allí, al norte de la ciudad, ya posee una propiedad (Menie Estate) y al sur de Glasgow (Turnberry) tiene otra aunque sus números no resultan por ahora tan beneficiosos como al empresario le gustaría. En 2021, en concreto, ambas instalaciones cargaban con 5,5 millones de dólares en pérdidas. En la vecina Irlanda suma un resort dedicado a este deporte bajo el nombre de Doonberg, con casi 300 trabajadores, que le sale más rentable al magnate, quien se muestra dispuesto a conquistar el mundo sobre un carro de golf. Sólo en Estados Unidos supera la decena de complejos de este tipo.
Sin embargo, el expresidente estadounidense no se relaja por completo en su carrera de vuelta a Washington y admite que su nuevo proyecto resulta «muy emocionante a pesar del hecho de que lo que tengo en mente es ‘Hacer América grande’».