Los refugiados sirios apuestan por Erdogan
Walid Yousef lleva once años en Turquía, donde han nacido sus dos hijos. El último se llama Akkar y llegó a este mundo un mes antes del terremoto que asoló la frontera entre el país otomano y Siria con más de 56.000 muertos. Yousef perdió su casa y desde entonces vive en una tienda en un parque de Antioquía, la zona cero del seísmo. «Nos toca volver a empezar de cero, como cuando lo dejamos todo en Siria para escapar de la guerra. Mi barrio en Alepo quedó arrasado por los bombardeos y ahora he perdido mi vivienda aquí», explica este exfuncionario del Ministerio de Salud de su país. No tiene televisión, ni radio, pero sigue al minuto las noticias de la campaña electoral a través de las redes sociales. «Me da pena no poder votar porque si tuviera la opción apoyaría a Erdogan. Cualquiera de los otros candidatos es peligroso para los sirios. No se dan cuenta de que Siria no es un país seguro para nosotros. Si regreso algún día el régimen me meterá en la cárcel como ya ha hecho con otros».
Turquía acoge a 3,6 millones de refugiados sirios registrados, según los datos de la ONU, pero se calcula que la cifra total puede superar los cinco millones. Los tres candidatos que disputarán el domingo el sillón presidencial a Recep Tayyip Erdogan han prometido durante la campaña expulsarlos, porque les culpan del desempleo o de la subida de los precios. El líder islamista, por contra, no ha mencionado el tema en sus mítines, pero en sus planes de futuro está el reasentamiento de muchos de ellos.