Rusia bombardea el pueblo de Zelenski en castigo por la contraofensiva de Kiev
Putin se reúne con corresponsales de guerra y blogueros militares rusos en el Kremlin
Al menos once personas han muerto y cerca de una treintena han resultado heridas por una serie de ataques con misiles ejecutados por el Ejército de Rusia contra una zona residencial de Krivói Rog, la ciudad natal del presidente Volodimir Zelenski, situada en la provincia de Dnipropetrovsk, en el este del país.
Durante todo el día los equipos de rescate se han estado afanando para recuperar los cuerpos sin vida que quedaban bajo los escombros. El último en ser hallado ha sido la víctima mortal número once, tal y como ha confirmado en su último balance el gobernador regional, Serhiy Lisak.
Los sistemas de defensa antiaérea han logrado derribar tres misiles de crucero, aunque otros impactaron en la ciudad, mientras que los bomberos han tenido que actuar para sofocar los incendios que se han producido por la caída de las bombas.
El gobernador ha hablado de «otro acto terrorista de los rusos en el sector residencial». «Por la noche. A traición. Cruelmente», ha denunciado, al tiempo que ha pedido a la población que no ignore las alarmas porque «sigue siendo peligroso».
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha denunciado que «los asesinos rusos continúan su guerra contra edificios residenciales, ciudades y personas». «Desafortunadamente, hay muertos y heridos», ha señalado tras el ataque en Krivói Rog, antes de acusar a Rusia de usar «misiles terroristas».
«Mis condolencias a todos los que han perdido a seres queridos. Los terroristas nunca serán perdonados y rendirán cuentas por cada misil que lancen», ha zanjado Zelenski.
El presidente ruso, Vladímir Putin, predijo ayer el fracaso de la actual contraofensiva ucraniana en las regiones de Donetsk y Zaporiyia, y adelantó que Moscú se está planteando seriamente abandonar el acuerdo de grano del mar Negro.
«El enemigo no ha tenido éxito en ninguno de los sectores del frente», aseguró Putin al reunirse con los corresponsales de guerra y los blogueros militares rusos en el Kremlin.
En cambio, Kiev asegura haber recuperado desde el pasado 4 de junio un total de siete localidades, equivalentes a una superficie de 90 kilómetros cuadrados.
Putin describió como «catastróficas» las pérdidas que están sufriendo las tropas ucranianas en su intento de desocupar el este y el sur del país, que la prensa occidental estimó en decenas de bajas. Cifró en más de 160 tanques, 360 blindados y un 25%-30 % de los equipos suministrados por Occidente, el armamento destruido por la artillería y la aviación rusa en los últimos diez días.
Resaltó que las bajas «irreversibles» en el bando ucraniano son de «casi del 50 %», cuando en condiciones normales son del 30 %.
«Nosotros tenemos diez veces menos que las bajas de las Fuerzas Armadas de Ucrania», dijo y en un ataque de sinceridad elevó a 54 los tanques rusos inutilizados en esos cruentos combates.
Advirtió a Kiev que no podrá resistir mucho tiempo sólo con armamento entregado por sus aliados occidentales, cuando su industria militar no produce «ni una migaja».
Estados Unidos «aparenta que no teme (una escalada). En cambio, allí hay mucha gente razonable que no quiere llevar las cosas hasta una Tercera Guerra Mundial, en la que no habrá vencedores, incluido EE UU», advirtió.