El mayor reto al presidente ruso en sus 23 años en el poder
La rebelión armada encabezada por el líder de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, supone el mayor desafío contra el presidente ruso, Vladímir Putin, en los más de 23 años que lleva en el poder y pone a prueba la unidad de los altos mandos de su Ejército.
El alzamiento —de hecho, una guerra dentro de otra guerra— se produce en el peor momento para las Fuerzas Armadas rusas, que afrontan en Ucrania una contraofensiva de las tropas de Kiev.
El jefe de los mercenarios, con buenas relaciones con miembros del generalato, quemó todos los puentes con el Kremlin. Aunque se desconoce el número exacto de mercenarios que forman la Wagner, su efectivos de cifran en más de 25.000.
Reforzar el flanco de la Otan
El presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, apremió ayer a reforzar todo el flanco oriental de la OTAN, cuya cumbre acogerá este país báltico el próximo mes de julio, ante la supuesta presencia en Bielorrusia del jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin.
«Observamos que Bielorrusia se ha convertido en un refugio para criminales de guerra», afirmó Nauseda a través de Twitter.
La rebelión de los mercenarios del Grupo Wagner en Rusia y su posible desaparición como fuerza de asalto en Ucrania generan nuevas posibilidades para Kiev, que ve el conato de motín como una «humillación» para el presidente Vladimir Putin, aunque sin efectos aún en el frente.
Bruselas considera «muy preocupante para el Kremlin» que perdiera el «control» durante las 24 horas que duró el intento de sublevación de los mercenarios del grupo armado privado.