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Putin inicia la purga con generales a los que acusa de conocer el motín de la Wagner

Publicado por
León

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El ‘carnicero de Siria’ o ‘general Armagedón’, Serguéi Surovikin, antiguo jefe al mando de las tropas desplegadas en Ucrania, se encuentra bajo sospecha de las autoridades rusas por su conocimiento previo sobre los planes del jefe del Grupo Wagner de amotinarse contra el Kremlin. Los servicios de seguridad investigarían, además, si otros mandos militares estaban al tanto de los planes de Evgueni Prigozhin, lo que apuntala la teoría de que el líder mercenario no se rebeló únicamente por motivos personales y que fue un levantamiento en toda regla, frustrado por falta de apoyos.

Surovikin es un peso pesado dentro del organigrama militar ruso, pese a sus desavenencias con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú. El propio presidente, Vladímir Putin, le confió la coordinación sobre el terreno de toda la invasión el pasado octubre, aunque en enero decidió su relevo por el general Valery Gerasimov de manera expeditiva.

Héroe de guerra por sus despiadadas acciones en Siria y Chechenia, el ‘general Armagedón’ se convirtió este invierno en el cerebro del plan de destrucción de las infraestructuras energéticas de Ucrania, que bloqueó buena parte de las operaciones militares del ejército de Kiev y dejó a cientos de miles de civiles expuestos a un frío letal. Sin embargo, perdió gran parte de ese ‘crédito’ al verse obligado a retirar al ejército de la plaza conquistada de Jersón ante la presión ucraniana e incumplir las expectativas de avance del Kremlin en la exrepública.

Miembros de la Administración estadounidenses han expresado a The New York Times su convencimiento de que el jefe mercenario no se habría lanzado a una rebelión contra Moscú sin pensar que tendría algún apoyo desde el interior de la estructura militar rusa. La ausencia de una respuesta armada a su motín, más allá de un enfrentamiento con varios helicópteros de combate en su camino, y la facilidad con la que tomó el distrito militar de Rostov apuntaban en esa dirección, al igual que las características del propio envite. Ningún analista se imagina cómo Prigozhin, un veterano en combate, pudo pensar que llegaría a buen puerto una revuelta con solo 8.000 hombres enfrentados a las fuerzas armadas rusas.

Al menos diez personas han muerto, tres de ellas niños, en un ataque ruso con misiles contra un restaurante en Kramatorsk. El bombardeo ha dejado 61 heridos, entre ellos el antiguo negociador con las FARC para la paz en Colombia, Sergio Jaramillo, el escritor Héctor Abad Faciolince y la periodista Catalina Gómez.

Kramatorsk, escenario ya de una matanza en su estación de ferrocarril en abril, se encuentra a escasos kilómetros de Bajmut y su captura está ahora entre los principales objetivos de las tropas rusas.