Washington y Pekín restañan las diferencias que dañan su relación
Con pocas esperanzas de solucionar los problemas entre China y Estados Unidos, ambos países han acordado mejorar la comunicación entre sus gobiernos para evitar «malentendidos y empeorar innecesariamente la relación bilateral». Tras la reunión de ayer entre la secretaria del Tesoro norteamericana, Janet Yellen, y el viceprimer ministro del gigante asiático, He Lifeng, los funcionarios aseguraron que se hará lo posible para reducir las tensiones de cara a los retos de la economía mundial y el cambio climático. Yellen, quien finaliza hoy la visita de Estado a la capital china, indicó que el país americano busca un «delicado equilibrio» entre la conciliación y la presión para que Pekín detenga las prácticas que Washington dice que son «perjudiciales para las empresas occidentales».
«A pesar de todos los desacuerdos entre nuestras naciones, el presidente Joe Biden y yo creemos que lo mejor para nuestros pueblos es poner nuestra relación en una mejor posición», subrayó.
He también lamentó los «incidentes inesperados» que dañaron los lazos con EE UU, refiriéndose al último incidente con el globo chino que el Gobierno de Biden consideró a principios de año como «un artefacto espía» y lo derribó. Pero instó a hacer coincidir las palabras con la acción, señalando las barreras que Washington ha impuesto para frenar el acceso chino a tecnologías.
Pekín se ha negado a reanudar los lazos militares, mientras que los aranceles colocados a los productos asiáticos durante una guerra comercial con el predecesor de Biden, Donald Trump, permanezcan intactos.
Aún así, durante la visita de Yellen, el primer ministro Li Qiang ha dejado la puerta abierta a un mayor diálogo, invitando a Estados Unidos a «encontrarse con China a mitad de camino» mientras ambas partes inyectan «energía positiva» en las relaciones bilaterales.