El apoyo a Ucrania pasa su prueba de fuego en la cumbre de la Otan
EE UU quiere reforzar la ayuda a Kiev tras la crisis de las bombas de racimo, pero sin fecha de adhesión
La unidad en torno al apoyo a Ucrania pasará su prueba de fuego en la cumbre de la Otan, que se celebra hoy y mañana en Vilna. Los países aliados tratarán de sacar adelante un nuevo paquete de ayudas a Kiev y darle «señales claras» de que su futuro está dentro de la organización militar. El clima, sin embargo, no parece el más propicio para lograr grandes pactos. Muchos líderes acuden a la cita molestos por la decisión de Estados Unidos de entregar bombas de racimo al Ejército ucraniano y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lanzó ayer un órdago al vincular la entrada de Suecia en la Otan con el avance del proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea.
«Enfrentamos una guerra brutal y las dos partes están usando bombas de racimo. La diferencia es que Rusia las usa para invadir a otro país, mientras que Ucrania se está defendiendo», aseguró el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, al ser preguntado por la decisión de Washington de entregar este tipo de armas a Kiev.
La organización militar no tiene una posición común sobre este tipo de arma, prohibida en un centenar de países por su capacidad destructiva y su posible uso en ataques indiscriminados contra civiles. Alemania, España, Francia, Italia y Países Bajos sí que firmaron el tratado para vetar su uso en 2008 —que se considera, desde entonces, un crimen de guerra— y Berlín fue una de las primeras capitales en mostrar su rechazo a la entrega de bombas de racimo, como parte del paquete de 734 millones de euros en ayuda anunciado por el Ejecutivo de Joe Biden.
El presidente norteamericano, que aterrizó ayer en Vilna, tratará de imponer su papel como líder dentro de la Alianza Atlántica para impulsar la ayuda a Kiev entre los 31 aliados y también con los países socios presentes en la cumbre (Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur). Hasta ahora, han sido los estados —por su cuenta o en bloques— y no la Otan los que se han movilizado para enviar armas a Ucrania. Además del paquete de ayudas norteamericano, recientemente las instituciones de la UE han llegado a un acuerdo para impulsar la producción de munición con 500 millones de euros.