Corea usa al soldado estadounidense para tomar posiciones internacionales
El arresto de un soldado de EE UU por parte de Corea del Norte después de que cruzara la divisoria por sorpresa abre la puerta a que el régimen vuelva a interactuar con el exterior en un momento en que el país aún hace gala de una actitud paranoica ante la covid y mantiene sus fronteras selladas a cal y canto.
El suceso ha dado pie a que diversos analistas mediten sobre la posible respuesta de Pionyang en un momento marcado por las elevadas tensiones de los dos últimos años que en esta última semana han deparado además nuevos episodios. Entre ellos están desde lanzamientos de misiles norcoreanos, incluyendo uno de combustible sólido y alcance intercontinental, hasta la llegada a Corea del Sur de un submarino estadounidense con armas atómicas por primera vez en 40 años.
Los expertos debaten sobre si el régimen podría usar a este soldado raso estadounidense como una ficha para negociar alguna concesión con Washington o si por contra optaría por un gesto de buena voluntad devolviéndolo a su país de inmediato, algo que podría abrir la puerta a un diálogo que lleva en vía muerta desde 2019 y que Pionyang lleva mucho tiempo rechazando.
«¿Podría Washington enviar a un alto representante para liberar al militar, tal y como sucedió cuando el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, visitó Corea del Norte en 2018 para recoger a tres estadounidenses que estaban presos o como cuando el expresidente Bill Clinton acudió a Pionyang para traer de vuelta a casa a dos periodistas de una emisora californiana?», se preguntan ya algunos.
La primera incógnita a despejar es si el régimen norcoreano, que mantiene intacta su política de cerrar el país al exterior desde principios de 2020, piensa aprovechar esta oportunidad para comenzar a mirar hacia afuera.
Pionyang se ha blindado por la entrada de la covid-19, una medida que muchos expertos creen que se ha implementado también para aislar más a la población y reforzar el control que el régimen mantiene sobre la misma, aunque hasta ayer solo se tenía constancia de que dos personas han podido acceder a Corea del Norte en los últimos tres años.