Mueren 41 migrantes al hundirse un barco frente a Lampedusa
Cuatro personas han sido rescatadas tras una ola de naufragios este pasado fin de semana
Una migrante con su bebé al llegar a la isla de Lampedusa. VINCENZO LIVIERI
El Mediterráneo central se convirtió de nuevo el pasado jueves en una trampa mortal para más de cuarenta migrantes, que pretendían llegar a las costas europeas desde África. Una embarcación, con unas 45 personas a bordo, naufragó la semana pasada debido al mal tiempo cerca de la isla de Lampedusa, en el sur de Italia. Solo cuatro pasajeros lograron sobrevivir. Un niño de 13 años -que viajaba sin acompañante-, una mujer y dos hombres, originarios de Costa de Marfil y Guinea, fueron rescatados este miércoles por una patrullera de la Guardia Costera del país transalpino.
La nave metálica de siete metros de eslora, que había zarpado del puerto de Sfax, en el este de Túnez, se habría volcado y hundido por el impacto de una gran ola después de solo seis horas de haber salido, según relataron los náufragos salvados del siniestro.
Todos los pasajeros que cayeron a mar abierto, incluidos tres menores, serían indocumentados que tenían la esperanza de llegar al Viejo Continente. Aunque, las autoridades no han encontrado los cuerpos sin vida de los 41 desaparecidos, se presume que han fallecido al estar a la deriva estos últimos seis días. Los testigos informaron que quince personas llevaban chaleco salvavidas, sin embargo perecieron igual.
El grupo de rescate benéfico Sea-Watch aseguró que uno de sus aviones de vigilancia captó el momento cuando un buque de carga rescataba a los cuatro supervivientes a cierta distancia del lugar donde ocurrió el hundimiento. Luego fueron transferidos durante la mañana a un barco de la Guardia Costera, que los llevó a tierra firme en Lampedusa, donde han solicitado asilo. Una vez en la isla, exhaustos y conmocionados, los náufragos recibieron asistencia médica y psicológica. Todos están bien de salud, pese a haber estado varios días en mar abierto flotando en cámaras de aire sin agua ni comida, dijo la Cruz Roja Italiana, que gestiona un centro de acogida en la región.
Ante este trágico naufragio, Naciones Unidas ha puesto de relieve la «urgencia de un mecanismo claro de coordinación y búsqueda para evitar que el Mediterráneo siga cobrándose vidas. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) han pedido igualmente vías seguras de migración. Punto crítico El enclave italiano es el territorio europeo más cercano a las costas de Túnez. Las autoridades de ese país afirman que Sfax, ciudad portuaria situada a unos 130 kilómetros de Lampedusa, es un punto frecuente de salida utilizado por los migrantes con destino a Europa. Durante la última semana han desembarcado unos 2.000 extranjeros en Lampedusa. La isla se ha consolidado como un destino habitual de miles de indocumentados que ingresan de manera ilegal al continente o solicitan asilo. La región tiene un centro de acogida con capacidad para 300 personas, pero alberga en este momento a unas 1.500. Este panorama hace del territorio un punto crítico de la crisis migratoria que asola a Italia. Por ello, se prevén traslados a Sicilia o a la península para reducir la ocupación, informaron medios locales.