Armenia pretende reconstruir sus alianzas tras perder Karabaj
Ereván planea distanciarse de Rusia tras dejarles abandonados y acercarse a Occidente
La nueva situación creada después de que Azerbaiyán lanzara el pasado martes una exitosa ofensiva para recuperar el control completo de Nagorno Karabaj, en donde en el entorno de Stepanakert, la capital, viven todavía armenios que, según Ereván, deberían haber sido protegidos por la tropas paz rusas allí desplegadas, apunta a una recomposición en la zona, no solamente del mapa político, sino también de las relaciones de Armenia con Rusia, con sus vecinos y con Occidente.
Así lo formuló este domingo el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, en un discurso televisado a la Nación. En alusión directa a Rusia, Pashinián dijo que los aliados de Armenia persiguen el objetivo de mostrar su debilidad para impedir su plena independencia. «Armenia nunca ha renunciado a sus obligaciones con los aliados ni los ha traicionado, pero el análisis de la situación muestra que los sistemas de seguridad y los aliados en los que hemos confiado durante mucho tiempo se han puesto la tarea de mostrar nuestra vulnerabilidad y la imposibilidad del pueblo de Armenia de tener un Estado independiente», aseguró.
El primer ministro armenio consideró también en referencia a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (ODKB), bloque militar constituido por Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán, que «los sistemas de seguridad externos en los que participa Armenia son ineficaces para proteger la seguridad y los intereses estatales de nuestro país». «Pedimos a la Comunidad Internacional que apoye con fuerza la independencia, la integridad territorial, la soberanía y la democracia de Armenia. Tomaremos todas las medidas para lograrlo», añadió Pashinián, cuestionado por la oposición y miles de manifestantes que le acusan de no haber enviado tropas a Nagorno Karabaj para defender a sus hermanos armenios. El jefe del Gobierno armenio señaló que «si no se crean condiciones reales de vida para los habitantes de Nagorno-Karabaj en sus hogares y mecanismos efectivos de protección contra la limpieza étnica, aumentará entonces la probabilidad de que la única manera que tienen los armenios de Nagorno de salvar su identidad y sus vidas sea dejar la patria». «Los numerosos ataques de Azerbaiyán contra Nagorno Karabaj y el bloqueo ilegal del corredor de Lachín plantean serias dudas sobre la utilidad y objetivos del contingente ruso de mantenimiento de la paz», prosiguió.
A su juicio, «hablo de la necesidad de modificar y complementar los instrumentos de seguridad interna y externa del país y la cooperación con todos los socios que estén dispuestos a tomar medidas mutuamente beneficiosas», teniendo en mente por lo que parece los recientes ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos después de haber negado a Rusia las maniobras previstas en el marco de la ODKB.
Pashinián, que el viernes dijo tener la esperanza de que den fruto las negociaciones entre las autoridades karabajíes y de Bakú para la «reintegración» del enclave en Azerbaiyán anuncia que en Ereván «hay disposición a recibir a todos los residentes de Nagorno Karabaj.