Israel todavía combate en su territorio contra Hamás y los muertos rozan ya el millar
Benjamín Netanyahu clama «venganza» tras el «día negro» sufrido por Israel a manos de Hamás La vida en Gaza se ha convertido en una lucha desesperada por estar a salvo
La respuesta israelí, que promete reducir Gaza a una «isla desierta», está en marcha y deja «cientos de milicianos muertos y decenas de detenidos», según el portavoz militar. La cifra de víctimas no para de crecer. El Gobierno de Israel calcula que ya son más de 700 los falllecidos en su territorio, mientras que el Ministerio de Salud de Gaza ha elevado el número de muertos en la zona a 370. Los heridos, en total, pasan de los 4.000. Y hay un centenar de rehenes en manos del movimiento palestino.
El ejército ha derribado las casas de los líderes de Hamás, pero los cabecillas del movimiento se encuentran en los túneles desde el primer minuto de la ofensiva. Los civiles de la Franja son quienes no tienen ningún tipo de refugio para protegerse de los bombardeos masivos.
La situación es muy inestable en las localidades vecinas a Gaza donde Hamás mantiene milicianos desplegados y ha lanzado nuevas operaciones de infiltración. El Ejército quiere evacuar a toda la población en un plazo de veinticuatro horas para poder lanzar una operación de limpieza casa por casa, pero los islamistas resisten.
Un portavoz de Hamás aseguró que han «logrado repeler el ataque enemigo durante la noche y la mañana» y explicó que mantienen una línea de suministro para llevar ayuda y munición a sus tropas en puntos como Sufa, Holit y Yated. Esto supone una amenaza a largo plazo por el alto riesgo de que milicianos se queden en la zona y avancen hasta otros puntos del país como células ocultas.
Egipto y Líbano
Hamás pidió a los árabes de Israel y a Cisjordania que se levantaran contra el Estado judío, pero de momento lo que ha conseguido es la solidaridad en forma de ataques desde Líbano y Egipto. La milicia chií Hezbolá ha lanzado morteros contra las Granjas de Shebaa y la artillería israelí ha respondido. Pocas horas después, los medios egipcios informaban de la muerte de dos turistas israelíes en Alejandría, abatidos por un policía.
Los frentes se multiplican para un Gobierno de Israel que, como el resto del país, sigue en estado de shock tras la operación sorpresa por tierra, mar y aire de Hamás que ya deja más de 600 israelíes muertos y mucho nerviosismo por los graves errores en el sistema de seguridad.
Además de mantener sus posiciones dentro de Israel, los islamistas han logrado otro objetivo importante con la captura de decenas de rehenes. The Wall Street Journal informó de los primeros contactos de Israel con Egipto para pedirle mediación en esta crisis de rehenes a gran escala. Además de los milicianos, civiles de Gaza también cruzaron la verja de separación y capturaron israelíes por lo que la cifra final no está clara.
Desplazados
La vida en Gaza se ha convertido en una lucha desesperada por estar a salvo y «la guerra parece más peligrosa que nunca», afirman sus residentes, ante los fuertes bombardeos israelíes, en el segundo día de guerra entre Israel y las milicias del enclave tras un ataque sorpresa por tierra, mar y aire del grupo islamista Hamás.
Encerrada en casa con su familia en la localidad de Yabalia, en el norte de la Franja, Asma Tayeh, joven palestina de 27 años, dijo a EFE que la actual escalada «parece más peligrosa que nunca» ante la voracidad de los combates y los ataques aéreos israelíes, que han causado al menos 313 muertos y más de 2.000 heridos en la Franja, según datos de su Ministerio de Sanidad.
El área norte de Gaza, donde reside Tayeh, fue desde el estallido de esta guerra uno de los puntos más castigados por los enfrentamientos. Desde ayer por la tarde, más de 20.000 gazatíes -muchos de ellos de la zona septentrional- fueron desplazados a escuelas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) informó el asesor de medios de la organización, Adnan Abu Hasna.
Los desplazados han sido repartidos en unos 44 centros escolares, muchos procedentes del área fronteriza con Israel —uno de los puntos de más fricción por la incursión de milicianos palestinos a territorio israelí— y del sur de Gaza, concretó Abu Hasna, que agregó que es probable que el número de evacuados aumente en próximas horas.
La familia de Hasan Ghubayn, de 37 años y padre de nueve hijos, se fue ya ayer por la mañana de su casa en la localidad norteña de Beit Lahia ante la intensidad de los miles de cohetes lanzados por combatientes palestinos, que también cayeron algunos dentro del enclave, donde viven hacinados 2,3 millones de gazatíes. Ghubayn, que tiene presente escaladas bélicas y las cuatro guerras previas de Gaza con Israel desde 2008, decidió salir con sus familiares «antes de la respuesta israelí», y ahora está en un aula de una escuela de UNRWA.